El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo este 27 de enero que el presidente de EEUU, Donald Trump, logró ganar por los «perdedores de la globalización», trabajadores perjudicados por el sistema, y dijo que «el proteccionismo no es una mala palabra».
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«Hay perdedores de la globalización: así gana las elecciones Trump, hablándole a ese trabajador de ‘cuello azul’ que se quedó sin trabajo porque su empresa se fue a otro país», declaró durante una lección magistral en la ciudad italiana de Génova (noroeste).
Correa vaticinó que «la globalización neoliberal durará lo que duren los beneficios para Estados Unidos» y subrayó que, a su juicio, «proteccionismo no es una mala palabra y el libre comercio no es la forma del desarrollo y puede ser la forma del desastre».
Definió el proteccionismo económico como «una forma inteligente de insertarse en el comercio internacional», comerciar en la medida de las posibilidades protegiendo la industria local.
El presidente ofreció una ponencia de casi dos horas titulada «Economía para el desarrollo. La experiencia ecuatoriana» en la Universidad de Génova, ciudad italiana que cuenta con una numerosa comunidad de inmigrantes de nacionalidad ecuatoriana.
Aprovechó el acto para hacer balance de sus diez años en el poder, que concluirán el próximo 24 de mayo y que constituyen «la década ganada para Ecuador» después de lo que calificó como «la larga y triste noche neoliberal».
«Sin duda esta es la década ganada para Ecuador. Y les insisto, falta mucho por hacer, pero nunca se ha hecho tanto como ahora», defendió.
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Los supuestos logros de su gestión se han llevado a cabo, según explicó, después de rechazar «las recetas preconcebidas por la tecnocracia neoliberal», encarnada por organismos internacionales como el Banco Mundial, y por optar «por una vía propia y soberana».
«Hoy podemos decir con mucho orgullo que obtuvimos resultados exitosos haciendo exactamente lo contrario que lo que recomendaba la ortodoxia económica», afirmó el presidente ecuatoriano.
Correa destacó que Ecuador es «un país en marcha, con estabilidad política y democracia plena» y citó entre sus cambios en estos años la reducción de la pobreza extrema y la desigualdad, la protección de la clase trabajadora, la distribución del capital y la mejora de los servicios públicos.
«Finalmente se otorga al ser humano el lugar que siempre debió tener. Ser el sujeto y fin del sistema económico y de la política pública en lugar del capital», señaló.
No obstante, también hizo autocrítica y calificó a América Latina como «la región con la peor distribución de ingresos del planeta», lo que a su juicio «debería avergonzar» a sus dirigentes.
Correa confesó que dejará el poder en mayo «con entusiasmo» y con ganas de estar con su familia, «poder dormir» y dedicarse a lo que más ama, «la academia, enseñar y aprender».
A su ponencia, muy aplaudida por los asistentes, acudieron numerosos jóvenes y estudiantes latinoamericanos que residen en Italia y a quienes Correa dijo que espera que algún día vuelvan a sus países para cooperar en su crecimiento.
Porque, puntualizó, el recurso más importante de América Latina es «el talento humano».
El presidente ecuatoriano proseguirá esta tarde su gira en Italia con una visita a otro de los núcleos de comunidades ecuatorianas, Milán, y el sábado viajará a España para visitar Barcelona, Madrid, Murcia y Valencia. EFE