Anteriormente esta sensación se atribuía al desgate energético del cuerpo durante el proceso digestivo. Sin embargo, Denis Burdakov, investigador en la Universidad de Manchester, Inglaterra indica que la verdadera razón del sueño que sentimos después de la comida radica en las variaciones de la glucosa en sangre consecuencia de los alimentos ingeridos.
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La glucosa hace descender las orexinas que son péptidos producidos por neuronas especializadas situadas en el hipotálamo que participan en la regulación del ciclo diario de sueño y la vigilia en el control del apetito.
Te presentamos algunas recomendaciones para mantenerte bien despierta después de tus alimentos.
1. Evita las comidas ricas en carbohidratos.
2. Evita comidas ricas en grasas.
3. Consume comidas ricas en proteínas.
4. No ingieras bebidas alcohólicas durante la comida.
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5. Duerme de acuerdo a tu edad (adultos entre 7 y 8 hrs).
Esta interacción entre la glucosa y las orexinas es también responsable del insomnio cuando se tiene hambre.
Pueden existir otras causas que generan sueño después de comer, como son la narcolepsia o simplemente la necesidad de descansar tras el desvelo. No olvides la importancia de una alimentación equilibrada y un descanso suficiente.