Hoy, 28 de noviembre del 2016, a las 09h00 se llevó a cabo en la iglesia de La Merced el tradicional Te Deum. La eucaristía se realiza en honor a la Virgen de la Merced.
PUBLICIDAD
En el acto estuvieron presentes las autoridades municipales, estudiantes de colegios, invitados especiales y ciudadanos que rindieron homenaje a Quito, por sus 482 años de fundación.
El monseñor Danilo Echeverría quien presidió esta misa indicó que desde la fundación en 1534, la ciudad de San Francisco de Quito, fue encomendada a la Virgen de La Merced considerada como la protectora. Elevada a Ordenanza Municipal 1963, se determinó que debe realizarse anualmente en la basílica de Nuestra Señora de La Merced días antes del seis de Diciembre.
La misa contó con la presencia del alcalde Mauricio Rodas, autoridades del Cabildo, la reina de Quito, Sarah Garcés y su corte, representantes del cuerpo diplomático, invitados especiales y fieles católicos.
Durante la ceremonia las autoridades entregaron ante el altar mayor, las ofrendas que contienen: el incienso que es la adoración del pueblo de Quito hacia Dios, las flores que son el símbolo de la piedad del pueblo de Quito y un enorme Cirio Gigante adornado con los colores de la ciudad, que es el símbolo de la fe, fue encendido por el alcalde Mauricio Rodas.
Te Deum (en latín: A ti, Dios, primeras palabras del cántico) Es uno de los primeros himnos cristianos, de acción de gracias. Suele ser entonado en momentos de celebración. El himno continúa siendo regularmente utilizado por la Iglesia Católica Romana, en el Oficio de las Lecturas encontrado en la Liturgia de las Horas, y en ocasiones especiales como en las ceremonias de canonización.us Mozart, Héctor Berlioz, Antonín Dvořák, Anton Bruckner o Benjamín Britten.
En muchos países y ciudades de América Latina, de honda raigambre católica, era habitual que esta celebración litúrgica sea parte de la solemnidad de las celebraciones patrias o cívicas. Actualmente solo en Quito se realiza esta ceremonia de acción de gracias con el nombre de Te Deum, como preludio de la Fundación de Quito, en honor de la Virgen de la Merced.