«Tenemos interés legítimo de participar en la adquisición del paquete”, apuntó José Javier Jarrín, procurador judicial de los apoderados de la compañía holandesa Heineken y de dos emprendimientos locales de cerveza artesanal, al ser consultado sobre si Heineken evalúa la posibilidad de comprar Club.
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Sin embargo, la fusión mundial de las gigantes multinacionales de la cerveza AB InBev y SabMiller presenta un inconveniente en Ecuador, luego de que Cervecería Nacional (CN) , operada por SabMiller, expresara su negativa a vender la marca Club, una condición planteada en la resolución del 15 de noviembre emitida por la Superintendencia de Control del Poder de Mercado (SCPM).
La referida disposición se suma a las 11 condiciones, establecidas el 6 de mayo de 2016, que deben ser cumplidas por la compañía para conseguir el aval de la entidad, “en función de mejorar las condiciones para el ingreso de un nuevo competidor”, indicó la Superintendencia en un boletín de prensa el pasado 18 de noviembre.
El mismo día, Cervecería Nacional publicó en sus redes sociales que la marca Club “no es parte de condiciones acordadas con la SCPM. CN no acepta, ni concuerda con esta resolución. Por más de 50 años Club Premium ha sido y seguirá siendo parte de la familia Cervecería Nacional”.
Mediante un comunicado oficial, la empresa anunció que adoptará medidas para “preservar” sus derechos, con el objetivo de cumplir con el acuerdo inicial y proteger su producto, reseñó el Telégrafo
50 años de elaboración del producto
Cervecería Nacional, según consta en su página web y en el comunicado fue fundada en 1887 con el nombre de Guayaquil Lager Beer Brewery Association y al inicio funcionó como una fábrica para la elaboración de hielo y cerveza. Hasta el momento cuenta con más de 1.700 clientes y más de 600.000 familias son parte de la cadena de valor. Sus ventas alcanzan los $ 443 millones y ha generado $299 millones en impuestos.
La operación entre AB InBev y SabMiller inició formalmente en noviembre de 2015. En septiembre de 2016, AB InBev compró a su competencia por 79.000 millones de libras ($ 104.000 millones). Es considerada la tercera fusión más grande de la historia. El nombre de la nueva empresa será AB InBev.
En ese sentido, una de las 11 condiciones iniciales, y que fueron aceptadas por CN, disponían al conglomerado empresarial transferir a un nuevo operador la fábrica de Ambev Ecuador, ubicada en Guayaquil; los activos de producción y distribución de Ambev Ecuador; vender las marcas Zenda, Biela, Dorada y Maltín; conceder una licencia de hasta 20 años que le permita al nuevo competidor producir y comercializar Brahma; y, que durante sus primeros tres años utilice la red de comercialización y distribución de Cervecería Nacional para llegar con sus marcas, propias y adquiridas, a la totalidad del territorio ecuatoriano.
A criterio de Jarrín, aquellas cláusulas no eran suficientes para evitar la consolidación de un monopolio en el país. Y ello en razón de que las cuatro marcas señaladas en la resolución original tienen un peso marginal dentro del mercado.
También señaló Jarrín que al incluir Club dentro de las disposiciones, la situación cambia porque se trata de una marca reconocida con gran aceptación entre los consumidores y eso se torna atractivo para que ingrese un nuevo competidor.