El presidente de China, Xi Jinping, concluyó hoy, 18 de noviembre del 2016, una visita oficial a nuestro país, que incluyó la inauguración de la mayor central hidroeléctrica ecuatoriana, y emprendió viaje hacia Perú, donde participará en la cumbre del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC).
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Xi Jinping, que llegó a Ecuador la tarde del jueves, fue despedido con honores por el mandatario, Rafael Correa, en el aeropuerto de Quito, situado en el sector de Tababela.
Ecuador y China, durante la visita de Xi, suscribieron once acuerdos bilaterales en cooperación e inversiones, en el marco de una asociación estratégica integral entre ambos países.
Sin embargo, la inauguración de la planta Coca-Codo-Sinclair, situada en la Amazonía ecuatoriana, centró la visita del presidente chino.
Dicha planta hidroeléctrica, de 1.500 megavatios de potencia instalada, cubrirá un tercio de la demanda interna de energía y permitirá a Ecuador exportar electricidad, especialmente a su vecina Colombia.
A un costo de 2.245 millones de dólares, esa central energética fue construida gracias a la financiación del banco Eximbank chino, que colocó 1.682 millones, según apuntó hoy el presidente Correa.
«Ecuador y China están separados por una gran distancia geográfica, 16.000 kilómetros, pero unidos por fuertes lazos de amistad y cooperación», declaró Correa durante el acto de inauguración.
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En el mismo acto, los mandatarios dieron inicio a la construcción del nuevo hospital «Napoleón Dávila», en la provincia de Manabí, que se derrumbó a causa del terremoto de magnitud 7,8 ocurrido en abril.
Xi Jinping destacó la evolución de la relación con Ecuador, la confianza mutua en lo político y la cooperación económica y comercial, así como el creciente intercambio cultural y la sintonía en los asuntos internacionales.
El gobernante del gigante asiático expresó el compromiso chino a mantener su colaboración y mencionó, en particular, la ayuda prestada por su país tras el devastador terremoto de abril, que dejó 673 muertos.
La corta visita de Xi Jinping a Ecuador, que concluyó esta tarde, transcurrió de la forma planificada por las autoridades y no se escucharon las protestas que varios grupos sociales habían anunciado en rechazo a su presencia en el país.
Grupos ecologistas y de indígenas, así como políticos opositores de derechas, habían cuestionado la supuesta «dependencia» del país de la financiación china.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), crítica del Gobierno de Correa, incluso ha dicho temer una «nueva etapa de colonización con el imperio chino».
La Conaie, en un comunicado, expresó su preocupación de que la financiación china termine por expandir las actividades extractivas de materias primas (petróleo y minerales) para pagar los créditos concedidos por el gigante asiático.
«La ceguera del presidente (Correa) por el desarrollo no le permite dimensionar las consecuencias de hipotecar nuestros territorios a la China. Por ello rechazamos la visita de Xi Jinping al país pero, sobre todo, rechazamos lo que ésta implica», señaló un comunicado de la Conaie, una de las más importantes organizaciones sociales de Ecuador.