El ministerio de Defensa polaco ha puesto en marcha cursos gratuitos de defensa personal para mujeres civiles, una polémica iniciativa que se suma a la creación de unidades militares de voluntarios y que hace que el Ejército esté más presente que nunca en la sociedad.
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El objetivo del ministerio es que todas las mujeres mayores de edad y en buen estado de salud que lo deseen tengan la oportunidad de aprender a defenderse sin armas y sepan reaccionar ante una posible agresión.
Con ese objetivo, «los mejores instructores del Ejército polaco», según el ministro de Defensa, Antoni Macierewicz, ofrecerán clases en treinta ciudades a partir del próximo 19 de noviembre y hasta junio de 2017.
Macierewicz cree que estos cursos gratuitos servirán para mejorar la condición física y la sensación de seguridad de las participantes, que dispondrán de 90 minutos una vez al mes para aprender cómo responder a una agresión incluso con arma blanca, hacer frente a varios atacantes y una serie de técnicas a manos vacías.
«Invitamos a todas las mujeres interesadas en la autodefensa, no hay límites de edad», ha dicho Macierewicz, que considera que esta iniciativa también servirá para acercar el Ejército a la sociedad civil.
Las críticas no se han hecho esperar y desde la oposición se preguntan por qué Defensa asume unos cursos que debería ofrecer la policía, ya que los militares están para disuadir potenciales agresiones desde el exterior y no para involucrarse en la seguridad interna.
El diario «Diennik Polski» va más allá y se plantea si estas clases gratuitas no son más que un ejercicio de propaganda por parte del Ejército, para demostrar su preocupación por las mujeres polacas y su intención de velar por la seguridad en las calles.
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La instructora Jolanta Wasileska, que imparte en Varsovia técnicas de defensa personal usadas por las fuerzas de defensa y seguridad israelíes, explicó a Efe que iniciativas como ésta del ministerio son siempre positivas, ya que existe una gran demanda de mujeres con interés en aprender autodefensa y mejorar a la vez su condición física.
Los cursos coinciden con los planes de Defensa de crear una fuerza de 53.000 voluntarios, similar a la Guardia Nacional de Estados Unidos, y que fue aprobada el miércoles por el Parlamento polaco.
Macierewicz cree que las unidades de voluntarios servirán para disuadir a Rusia de atacar el territorio polaco mediante técnicas de infiltración o guerra híbrida similares a las empleadas en Ucrania.
El plan prevé que para 2019 cada una de las 16 provincias del país tenga una fuerza de 3.000 a 5.000 voluntarios con entrenamiento militar, aunque la prioridad es su despliegue en las regiones orientales, consideradas las más expuestas a la presión rusa.
Las criticas a este proyecto, que tendrá un coste aproximado de 800 millones de euros, también han comenzado y se cuestiona su utilidad práctica ante un escenario de guerra moderna.
Más allá de consideraciones técnicas, parte de la oposición y medios polacos han expresado su temor a que este cuerpo de voluntarios se convierta en una especie de guardia pretoriana al servicio del partido gobernante Ley y Justicia.
Para el miembro del partido liberal Plataforma Ciudadana Borys Budka «se trata de un proyecto muy peligroso, porque da a los dirigentes políticos de la derecha la posibilidad de disponer de un grupo armado que puede ser utilizado para luchar contra la oposición».
La situación en la vecina Ucrania y el temor al expansionismo ruso en la región ha hecho que aumente en Polonia el interés por el Ejército y las organizaciones paramilitares, cuyos miembros aprenden técnicas de supervivencia o el manejo de armas con el objetivo de ser un ejército partisano en caso de invasión. EFE