El presidente electo de los Estados Unidos, Donald J. Trump,otorgó la primera entrevista a un medio de comunicación luego del fulminante e inesperado triunfo del martes pasado.
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El encuentro llevado a cabo en su residencia privada de la torre Trump en la icónica quinta avenida de Nueva York estuvo a cargo de la prestigiosa periodista de CBS Leslie Stahl e incluyó a varios miembros de la dinastía inmobiliaria, como su esposa Melania y sus hijos Eric, Donald Trump Jr., Ivanka y Tiffany.
El magnate de los bienes raíces aseguró sentirse muy afligido por los reportes de crímenes de odio a lo largo del país, entre los que se encontraron cánticos antiinmigrantes en escuelas y pintadas con mensajes racistas, y pidió a los autores de los actos que se detengan.
Agregó que los actos de este tipo son «una construcción mediática», y aseguró que hubiesen sucedido ganara él o no.
Gran parte del país y del mundo se encuentra en estado de shock, y muchos han salido a las calles a protestar rechazando la elección democrática del nuevo jefe de estado. «No deben temer, recuperaremos nuestro país», señaló el republicano.
Con respecto a la polémica que se desató en torno a la Corte Suprema de justicia sobre el acceso al aborto, Trump fue determinante: «Tendremos jueces provida, y muchas mujeres deberán viajar a otros estados para poder practicarse un aborto».
Una de sus grandes promesas de campaña fue el enjuiciamiento y encarcelamiento de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton a causa del uso indebido de su correo privado. «No los quiero herir, son buena gente», declaró el republicano sobre la familia Clinton.
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También declaró que hablará con el director del FBI, James Comey, antes de tomar una decisión sobre aceptar o no su renuncia, y agregó que siente mucho respeto por él.
Asimismo, reafirmó que construirá el muro y que aceptaría una reja en algunas partes. «Soy muy bueno en esto, se llama construcción», dijo.
Probablemente la mayor incógnita que todavía sigue sin responderse es aquella vinculada con la devolución de impuestos. Por este tema, Trump fue cuestionado a lo largo de toda la campaña por no publicar su historial impositivo, lo que levantó, así, sospechas sobre sus estrategias para pagar al fisco lo menos posible.
«Compartiré mis devoluciones de impuestos en el momento indicado», declaró. Y añadió: «Pero realmente a nadie le importa».
Consultado acerca del arcaico proceso de votación en los Estados Unidos donde se recurre a un colegio electoral para elegir al presidente de manera indirecta, Trump aseguró que respeta el sistema, pero que prefiere el voto popular para decidir el ganador.
Los hijos del presidente electo Trump aseguran que tomarán el control de los negocios familiares y que no planean tener un rol formal en la administración de su padre.
Ivanka aseguró que es muy difícil explicar con palabras el momento en el que su padre se convirtió en presidente y declaró estar muy agradecida con el pueblo estadounidense. «Creo que es imposible atravesar este camino y no terminar siendo una mejor persona».
Los avances hechos en lo que respecta a la comunidad LGBTQ en los Estados Unidos no deberían ser amenazados por la administración Trump. Consultado acerca del matrimonio igualitario reconocido hoy a nivel nacional, el presidente que tomará el mando del país el 20 de enero próximo respondió, sin dejar lugar a dudas: «Casos como el del matrimonio entre personas del mismo sexo ya han sido resueltos por la Corte Suprema, y yo estoy de acuerdo con eso», lo que dio a entender que los derechos ganados por la comunidad homosexual no se reconsiderarán.
La estrategia para acabar con ISIS y el islamismo radicalizado no fue compartida en detalle por el republicano. «No voy a decirte cómo lo haremos, pero sólo voy a decir que acabaremos con ellos».
Fuente: Infobae
