El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dirigió hoy su «Enlace nacional» o informe semanal de labores número 500 desde que llegó al poder, emitido por radio y televisión y conocido como «sabatina», que él defiende como derecho a la comunicación del Gobierno, pero que crispa a la oposición.
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El mandatario, que llegó a la Presidencia en enero de 2007, ha mantenido el programa pese a las frecuentes criticas de la oposición que tilda al espacio como «la insultadera de los sábados», por el lenguaje a veces de confrontación de Correa contra sus críticos.
El programa, que solo ha dejado de emitirse en contadas ocasiones, es también, según Correa, un espacio para contrarrestar las supuestas «mentiras» que la prensa tradicional y crítica a su Gobierno presenta durante la semana.
El gobernante exaltó la obra pública de su administración, informó de algunas políticas estatales, defendió a la «Revolución ciudadana» (nombre que da a su gestión) e informó de algunas actividades que cumplirá en los próximos días.
Con más de tres horas de presentación, Correa, durante la «sabatina» emitida en esta oportunidad desde la población de La Maná, en la provincia andina de Cotopaxi, recordó que su primer programa fue el 20 de enero de 2007 desde el Palacio de Gobierno, en el casco colonial de Quito.
Destacó que luego el informe se organizó en diferentes localidades del país e incluso algunos desde el exterior, durante sus desplazamientos fuera del país.
También, en algunas oportunidades, fue sustituido en la dirección del programa por el exvicepresidente Lenín Moreno (2007-2013) y el actual Jorge Glas.
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Para Correa, en el posicionamiento del programa «no habrá marcha atrás, pues a cualquier Gobierno que venga (en el futuro) le obligará el pueblo ecuatoriano a la rendición de cuentas» semanales.
El gobernante ecuatoriano, que dejará el poder en mayo de 2017, dijo que sus sabatinas son importantes para mantener informado al pueblo y que cada semana la organización del espacio demanda mucho trabajo y una «cantidad de buena intención» por parte de sus colaboradores.
Con ironía, Correa ha señalado que entre los seguidores de su programa se encuentran muchos políticos opositores que «no se pierden» ningún enlace.
Asimismo, aseguró que este «método de comunicación directa» entre el mandatario y los ciudadanos se ha convertido en un modelo de estudio en el mundo y que, incluso, ha sido replicado entre políticos ecuatorianos.
Correa recordó que el alcalde conservador de Guayaquil, el opositor Jaime Nebot, mantiene también un espacio, los miércoles, de información mediática, a la que llamó «miercolina», así como el también critico burgomaestre de Quito, Mauricio Rodas.
La realización de los enlaces en diferentes lugares ha permitido al Gobierno de Correa conocer de cerca las necesidades de dichas poblaciones, ya que son precedidos por la reunión de ministros y secretarios con las autoridades de las localidades.
Además, las «sabatinas» dinamizan la economía de las poblaciones sedes, especialmente en alojamiento y comida.
Uno de los segmentos más esperados es la traducción resumida al quichua de los mensajes del mandatario, al final del enlace, a cargo de José Maldonado, un indígena de Otavalo que se ha convertido en un carismático personaje por las bromas que suele gastarle a Correa.
La oposición, por su parte, además de considerar que las sabatinas son un gasto innecesario, ha criticado el espacio por considerar que es un espacio de promoción publicitaria y de propaganda del Gobierno.
El exlegislador y candidato a la Vicepresidencia en fórmula electoral con el exbanquero Guillermo Lasso, Andrés Páez, volvió hoy a reaccionar en Twitter contra las «sabatinas» de Correa.
«El Gobierno está mas ocupado haciendo sabatinas y festejando el derroche que solucionando los problemas reales del país», escribió Páez.
Fuente: EFE
