Ninguna persona que haya visto la serie de televisión «Breaking bad» puede olvidar el momento en que el tranquilo Walter White deviene en el «malo» Heisenberg. Lo que poca gente conoce es que su inseparable sombrero negro de ala corta nace de un modelo hecho en Ecuador.
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En un patio de la fábrica de sombreros de paja toquilla Homero Ortega, en la ciudad ecuatoriana de Cuenca (sur), cuelga, entre las de otros muchos famosos, una foto de Bryan Cranston, actor que da vida a un profesor de Química de un instituto de Albuquerque (Nuevo México, EEUU) que da un giro repentino a su vida y se convierte en un criminal cuando le es diagnosticado un cáncer terminal.
En la imagen colgada en la pared, luce el sombrero negro que se convierte en su complemento habitual cuando decide raparse al cero por los efectos de la quimioterapia y se erige en un misterioso y temido narcotraficante, bautizado Heisenberg. Y debajo, uno real de paja toquilla idéntico al de Walter White.
«El sombrero que usa el artista no es de paja toquilla, sino de otra fibra. Sería una mentirosa si dijera eso. Pero nosotros tenemos ese modelo hace años, el modelo es muy antiguo. Imagino que mi padre lo habrá fabricado hace 50 años», explica a Efe Alicia Ortega, presidenta ejecutiva de esta compañía con más de 120 años de historia.
Durante una visita a las instalaciones de esta fábrica que hoy exporta anualmente 200.000 sombreros a 28 países, organizada por la Fundación Turismo para Cuenca, esta integrante de la tercera generación de los Ortega señala que «nadie tiene por qué pedir permiso para nada» puesto que la horma «se usa hace muchos años en algunos lugares».
«Lo teníamos guardado, pero ahora hay una moda retro o ‘vintage’, así que enseguida sacamos ese modelo en paja toquilla. Después de tantos años guardado causa una emoción increíble que gente tan importante lo use», agrega.
Aunque la empresa ecuatoriana saca pecho por su modelo, no deja de reconocer en un cartel cercano a la foto de Cranston la autoría del sombrero original (elaborado en fieltro) de «Breaking bad» a la empresa Goorin Bros, que lo comercializa en internet al precio de 150 dólares.
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Por menos de una tercera parte, 46 dólares, puede conseguirse el modelo en «carludovica palmata», nombre científico de la paja toquilla, de Homero Ortega, elaborado de manera tan artesanal como el resto de los que salen a diario de la fábrica.
Ese proceso comienza con la recogida en la costa de Ecuador de la palma de la que sale la fibra con la que se tejerá el sombrero y que, tras los pasos de trenzado, martilleado de la copa, planchado y teñido (en el caso de no ser el color natural de la paja), queda listo para su uso.
Se trata de «un producto único, bello, precioso, hecho aquí, conocido como ‘Panama hat’, pero cien por cien ecuatoriano«, indica Ortega.
Entre los personajes famosos cubiertos con sombrero de paja toquilla, cuyas fotografías comparten los muros del patio donde se halla «Heisenberg» y otras paredes interiores, figuran Joaquín Sabina, Morgan Freeman, Johnny Deep, Brad Pitt, Jeff Goldblum, Cristina Fernández de Kirchner o Rafael Correa.
Para la responsable actual de la compañía, aunque respaldada por varios miembros de su familia, mostrar a estas celebridades ataviadas con un sombrero hecho en Ecuador sirve para «que la gente se sienta contenta también de usar un producto único que usan personalidades importantes».
Sin duda, la presencia entre ellos del expresidente estadounidense Theodore Roosevelt o el ex primer ministro británico Winston Churchill muestra la relevancia de este producto a nivel mundial, conocido en el orbe como «sombrero Panamá» por su extendido uso durante la construcción del Canal en ese país centroamericano.
En los últimos tiempos, y a juzgar por la facturación de un sinnúmero de piezas del modelo de «Breaking bad» por la demanda existente, según confirma Ortega, parece que Heisenberg gana la partida a las demás «celebrities» y que todavía hoy, tres años después del fin de la serie en Estados Unidos (2008-2013), sigue triunfando. EFE