Altos funcionarios, ministros y hasta el secretario de la Conferencia Habitat III, Joan Clos, hablaron hoy en una asamblea sobre los derechos de mujeres, niños y jóvenes, pero quien se llevó el mayor aplauso fue Emily Daniela Palma, una niña que explicó cómo son las ciudades que sueñan los niños.
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«Que ya no haya drogas, violencia, alcohol, que este mundo sea lleno de amor, que ya no haya odio. Que trabajemos juntos», declaró la pequeña, de diez años, que dejó boquiabiertos con su desparpajo a los cientos de representantes de gobiernos, instituciones y organizaciones no gubernamentales.
La niña intervino durante la Asamblea de Mujeres, Niños y Jóvenes que se celebró como parte de los actos previos a la conferencia sobre vivienda y desarrollo urbano Habitat III, que tendrá lugar en Quito del 17 al 20 de octubre.
La ministra de Desarrollo Social, Gabriela Rosero, defendió el empoderamiento económico de las mujeres y el secretario de la conferencia, Joan Clos, hizo un alegato para que las ciudades tomen un papel activo contra la violencia de género.
En cambio, Emily acaparó la atención con su simpatía al reclamar a la comunidad internacional que «ponga atención» a las demandas de los más pequeños.
«Nos hemos reunido con los demás niños de diferentes países y hemos llegado a una misma conclusión. Necesitamos, para la ciudad de nuestros sueños, más áreas verdes, jardines hermosos, flores, parques», indicó.
La menor, procedente de la provincia ecuatoriana de Manabí, citó ejemplos de los problemas que preocupan a los niños: «dice un compañero que en su barrio circula mucha droga».
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Reclamó mejoras en los accesos para llegara las escuelas, pues -dijo- «tenemos que pasar ríos y es peligroso» y comentó que a muchos niños les da miedo hasta montar en autobús, «porque hay muchos delitos y nos pueden asaltar».
Demandas como que los policías presten más atención cuando los niños cruzan la calle, que los mayores no les saquen de las canchas deportivas cuando están jugando y «educar» a los padres porque creen que los pequeños solo tienen «que hacer las tareas y estudiar, y eso tampoco es así», fueron algunas de las exigencias de Emily, vicepresidenta del Consejo Consultivo de Protección de Derechos.
Pero junto a ello, también temas preocupantes, como el «bulling» (acoso escolar) y la necesidad de fortalecer las campañas para erradicarlo, de reducir la contaminación y de elevar la conciencia ecológica, fueron asuntos del breve discurso de Emily.
La menor cerró su intervención con su natural espontaneidad. «Me despido, porque tenemos que ir a construir nuestra propia ciudad de nuestros sueños», dijo, y arrancó una entusiasta ovación del auditorio.
Fuente: EFE