La muerte de un inmigrante elevó hoy, 7 de octubre del 2016, a cinco el número de fallecidos en el municipio mexicano de Tres Valles después que fueran abandonados por traficantes que trasladaban a unos 60 indocumentados hacinados en una camioneta sin ventilación.
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«Son cinco los migrantes que pierden al vida, acaba de fallecer uno más», dijo el fiscal del estado mexicano de Veracruz, Luis Ángel Bravo, en declaraciones a Radio Fórmula.
Recordó que los traficantes abandonaron a unos 60 indocumentados, la mayoría centroamericanos, cuando los llevaban a EE.UU.
El martes se informó que cuatro de ellos murieron a causa de asfixia y deshidratación al no recibir por más de 48 horas agua ni alimentos, pero este jueves el número aumentó a cinco.
Sobre los 15 lesionados, Bravo dijo que la mayoría ya fueron dados de alta y «fuera de peligro».
LES COBRARON 936 DÓLARES POR EL VIAJE A ESTADOS UNIDOS
Según testimonios de los migrantes, los traficantes los contactaron desde Guatemala, cobrándoles 7.000 quetzales (936 dólares) por persona para llevarlos hasta la frontera norte.
El viaje se llevó a cabo en una camioneta cerrada con logotipos falsos de Correos de México para que el vehículo no fuera detenido por alguna autoridad.
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«Tenemos una investigación por el homicidio de estas cinco personas y estamos buscado la camioneta de tres toneladas donde, según testigos, estaban los 60 indocumentados en curso hacia Estados Unidos», añadió Bravo.
Los migrantes relataron que debido al reducido espacio en el que viajaban, además de que el vehículo no tenía ningún sistema de ventilación, muchos comenzaron a presentar signos de asfixia y deshidratación.
Pese a las llamadas de auxilio de los migrantes a los cuatro traficantes que viajaban con ellos, el vehículo no hizo ninguna parada hasta que se advirtió del fallecimiento de cuatro personas.
Uno de los migrantes rescatados dijo que en el vehículo viajaban 55 extranjeros, de los cuales 53 eran originarios de Guatemala, uno de Ecuador y otro de El Salvador, y comentó que todos partieron de San Cristóbal de las Casas, suroriental estado Chiapas, a las tres de la mañana del lunes.
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Fuente: EFE
