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Crisis hospitalaria: niña casi pierde la rodilla por un raspón

Una pequeña sufrió una infección en los pulmones por no conseguir los medicamentos

Lo que parecía un simple raspón para Ashley Pacheco de tres años, casi le costó perder su rodilla.

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Luego de que la pequeña sufriera un raspón a causa de una caÍda en su rodilla la llevaron a un hospital donde se moría del dolor por el «rasponcito», pero por la falta de insumos médicos en Venezuela no le permitía a sus padres conseguir los antibióticos que le curarían. Pues en el hospital se le comenzó a subir la fiebre.

En vista de la situación, sus padres decidieron llevarla a un hospital donde pueda ser mejor atendida. En el Hospital Universitario de Caracas, la recibió pero las condiciones de insalubridad no ayudaron mucho.

Tanto así que presuntamente, el hospital estaba muy sucio, en la institución caminaban perros callejeros y había cucarachas en las paredes. Peor aún, El agua de los baños a veces salía negra, reseñó el portal Caraota Digital.

Infección, casi le costó la rodilla

En el lugar, a la pequeña Ashley le diagnosticaron una infección estafilocócica, una bacteria había penetrado su tejido cerca de la rodilla y se metía en la coyuntura.

Una de las noches que permaneció en el hospital la niña, se vio delicada de salud, pues al parecer su respiración era acelerada y las rayas del monitor no esperanzaban mucho a su padre.

Los médicos sospechaban que la bacteria había llegado a los pulmones y abierto un agujero. Pero la última máquina de rayos X del hospital había dejado de funcionar el mes previo.

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Ante ello la llevaron a  una clínica privada y una máquina de rayos X confirmó que el pulmón de Ashley estaba en peligro. Por suerte, los médicos lograron sacar el aire de los pulmones de la niña con una aguja pero no habían más antibióticos.

Si no se le trataba con antibióticos, se le iba a amputar la pierna.

 

Le amputarían la pierna

Cuando sus padres agotaron todos los recursos que tenían lograron conseguir algo de antibióticos, proceso que fue una odisea, pero eso no ayudó mucho, pues Ashley se empeoró.

Finalmente, cuando casi un mes después de ser hospitalizada de nuevo, la fiebre cedió,  la bacteria había cedido, pero el corazón de Ashley tenía cicatrices y era posible que con el tiempo su válvula tricúspide empezase a fallar y tuviese que ser reemplazada.

Poco después, los médicos dijeron que Ashley tenía un hongo en los pulmones. Necesitaba una medicina que ya no se conseguía en Venezuela y debería permanecer hospitalizada mientras los médicos veían qué podían hacer.

Al final, la ayuda llegó de la habitación contigua. La madre del niño con una infección pulmonar donó la medicina para Ashley. Dos meses después de que fue internada por primera vez Ashley ya no tenía infección alguna y logró salir del hospital a su casa.

 

 

 

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