Un ciudadano portugués de 61 años que pasó más de cuatro décadas de su vida en silla de ruedas ha aprendido a andar tras conocer que los doctores se habían equivocado a la hora de diagnosticarle.
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Su enfermedad resultó ser mucho menos grave de lo que creían y es capaz de tratarse exitosamente con medicación.
A la edad de 13 años, Rufino Borrego fue diagnosticado en un hospital de Lisboa de distrofia muscular incurable, informa ‘Jornal de Noticias’. Aceptando su suerte, desde entonces su vida ha transcurrido sobre una silla de ruedas.
Este portugués ha necesitado un año para aprender a andar. En su primer viaje se ha desplazado hasta una cafetería de su barrio en la localidad de Alandroal, en el sureste de Portugal. «Pensamos que es un milagro», recuerda el propietario del establecimiento, Manuel Melao, en una entrevista para el citado medio luso.
Borrego lleva ahora una vida normal. Solo necesita someterse a sesiones de fisioterapia dos veces al año.
A pesar de haber pasado más de cuatro décadas de su vida sin poder caminar, Borrego no siente rencor contra el hospital que lo diagnosticó erróneamente. Admite que la miastenia era poco conocida en la década de los 60. «Solo quiero vivir mi vida», afirma Borrego.
Con información de RT