Sin duda alguna, el volcán Cotopaxi fue uno de los mayores protagonistas de Ecuador en el 2015 tras el incremento de su actividad. El coloso, situado a unos 45 kilómetros al sur de Quito y que en agosto pasado aumentó su actividad interna y superficial, es el volcán más vigilado del planeta, aseguró el Presidente Rafael Correa.
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En estos momentos el Cotopaxi es el volcán ‘más y mejor monitoreado del mundo’ con ‘equipos de última generación’ que vigilan su comportamiento todo el tiempo, señaló el mandatario en uno de sus informes.
La emanación constante de columnas de ceniza y gas del volcán generó preocupación en Ecuador, aunque el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, encargado de vigilarlo, ha informado que en las últimas semanas la actividad interna (sísmica) y la superficial han disminuido de manera importante.
Ese diagnóstico ha llevado a las autoridades a reabrir el Parque Nacional Cotopaxi (PNC), la reserva natural, que había permanecido cerrada.
El país respondió muy bien ante la situación de emergencia que derivó tras la actividad del volcán Cotopaxi, pese al año económicamente duro. Latacunga, Salcedo y otras localidades de Cotopaxi han sido afectadas por este fenómeno natural.
El volcán ecuatoriano, que es fácilmente visible desde Quito cuando el cielo está despejado. Justamente, uno de los valles aledaños ubicados al este de la capital es una zona de riesgo pues por ahí corren ríos que nacen de los glaciares del Cotopaxi.
En su flanco sur, el río Cutuchi, también desfogue natural del coloso, pasa por la ciudad de Latacunga, que conserva algunas huellas de la tragedia de 1877.
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Para las autoridades, la premisa parece ser esperar el menor daño posible, pero prepararse para todo. Por ello se puso en marcha un impresionante plan de contingencia.
Simulacros de evacuación en las poblaciones, instalación de albergues, identificación de zonas seguras, capacitación exhaustiva, coordinación institucional y difusión de información oficial formaron parte de la estrategia diseñada por el Gobierno de Ecuador para afrontar la emergencia.
Incluso el Gobierno declaró un estado de excepción, que incluía la regulación de información, para evitar que los rumores generen un pánico innecesario y dirigir una comunicación oportuna y verificada hacia la población.
Mientras la estrategia se aplicaba, las autoridades han formulado un llamamiento a la “calma” de los ciudadanos, con la seguridad de que el seguimiento constante del Instituto Geofísico permitirá tomar las decisiones adecuadas.
Ayer, volcán permanece parcialmente despejado. En horas de la mañana presentó pequeñas emisiones de vapor de agua a nivel del cráter con dirección al occidente. Se registró un pequeño lahar que no representó peligro alguno para la población de los alrededores.