La Fiscalía del distrito de Tulsa en Oklahoma, presentó hoy cargos contra la agente de Betty Shelby, acusada de haber disparado contra un hombre negro desarmado, cuya muerte ha reavivado las protestas contra la violencia policial.
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La Fiscalía de Tulsa anunció hoy que Shelby, una agente de la Policía de tez blanca, tendrá que enfrentarse a un cargo de homicidio en primer grado por la muerte de Terence Crutcher, un hombre de 40 años al que se le averió la camioneta en una zona boscosa de la ciudad a la que llegaron varias patrullas de agentes.
Las autoridades de Tulsa hicieron público el vídeo del incidente, que ocurrió el pasado viernes y que el jefe de la Policía de Tulsa, Chuck Jordan, ha calificado de «muy preocupante».
En el vídeo se aprecia como Crutcher, manos en alto, camina hacia su camioneta seguido por la agente Betty Shelby, que le apunta con una pistola y a la que rápidamente se unen otros dos uniformados, que también encañonan sus armas contra el afroamericano.
Transcurridos pocos segundos, Crutcher, al parecer, baja sus brazos para buscar algo en el interior del vehículo a través de la ventanilla del conductor, momento en el que recibe un disparo de Shelby y se desploma en el pavimento.
Los abogados de la familia de la víctima insisten en que la ventanilla del vehículo estaba cerrada.
Crutcher murió en el hospital poco después.
En documentos presentados en una corte de Tulsa, los investigadores del suceso aseguran que el miedo que sentía la agente de policía «resultó en acciones no razonables» que desembocaron en la muerte del ciudadano afroamericano.
La muerte de Crutcher y también la reciente muerte de Keith Lamont Scott en Charlotte se enmarca dentro de los episodios de tensión racial que ha vivido Estados Unidos desde hace dos años, especialmente tras la muerte en Ferguson (Misuri) en agosto de 2014 del joven afroamericano Michael Brown.