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Douglas Pereira llegó en 2014 a Barcelona y lo hizo con el cartel de convertirse en uno de los buenos laterales que ha entregado Brasil. Sin embargo, el ex jugador de Sao Paulo nunca convenció y fueron escasos los minutos que sumó.
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Luego de 112 minutos en dos temporadas de la Liga de España, Luis Enrique consideró que no era necesario en el equipo y rápidamente le empezaron a buscar un club para que parta a préstamo a buscar una nueva oportunidad en el Viejo Continente.
Fue así como los dirigentes llegaron a un completo acuerdo con el Sporting de Gijón y debido al alto valor de la carta, decidieron ayudar en el pago de su sueldo. Sin embargo, según detalla el diario Sport, fue ahí cuando empezaron los problemas con la negativa del jugador de irse de Barcelona.
El “amotinado” Douglas no quería partir de Barcelona
El diario ligado al club catalán detalla que una vez que le contaron al jugador que partía del club, comenzó un verdadero escándalo en las oficinas. En el momento que le contaron del préstamo, Douglas no quiso firmar el contrato que lo ligaba al Sporting de Gijón y esperaba quedarse para pelear por un puesto, pese a los deseos de Luis Enrique de no tenerlo.
Los dirigentes intentaron convencer al brasileño, pero no había caso. Douglas simplemente no quería firmar su salida y estaba muy afectado por la decisión de los catalanes, negándose, incluso, a irse de las oficinas de los dirigentes. En ese momento, el club tomó la decisión de llamar a uno de los abogados para que lo convenciera de dejar las instalaciones por las buenas. Al lateral no le quedó más opción que firmar e irse a Sporting de Gijón, donde ya jugó un partido de titular.
Douglas Pereira se «amotinó» en las oficinas de los culé cuando le avisaron que tenía todo listo para irse al Sporting de Gijón.