Los premios Emmy 2016 son la última oportunidad del año para que las estrellas puedan mostrar su elegancia al estilo de un cuento de fantasía o de una gran estrella de Hollywood. La gran gala de televisión exhibe a las lumbreras que se llevarán un premio a casa, o que lucirán el trabajo en pleno de sus estilistas. Pero no todos lo han logrado. De hecho, algunos grandes vestidos han estado en los cuerpos equivocados. Y otros han sido opacados con estilismos atroces. Las peor vestidas de los Premios Emmy 2016 Maisie Williams parece una criatura de fantasía con ese peinado. ¿Por qué rayos no pudo alisarse el pelo para lucir tan hermoso vestido? Este le hace ver las orejas gigantescas y la hace ver más baja. El vestido de Giuliana Rancic está de ensueño. El problema, el enorme problema es su peinado. Como si todo la belleza que hubiera expresado con el vestido, tan romántico, tan de fantasía, se hubiera destruido con su peinado de Courtney Love luego de un concierto con “Hole”. Sofía Vergara es tan predecible. Tan, pero tan predecible. Si bien el corte sirena favorece su figura, hay otras maneras de lucir en la alfombra roja. Otra que no entendió que el grunge murió y que solo volvió en forma de fichas fue Sophie Turner. Se ve como una versión gótica glam que mezcla “The Cure” y a también a Courtney Love, junto con el universo de Tim Burton. Es por el maquillaje y peinado. Heidi Klum se ve magnífica físicamente. Pero no tenía necesidad de disfrazarse de Donatella Versace. Ariel Winter: para ser Kim Kardashian hay que tener su cuerpo. Afinar más la figura. Se pueden tener curvas y lucirlas pero potenciar los atributos más atractivos. Esto solo queda bien en alguien que ha podido potenciar lo más atractivo de sí. Otro look le hubiera quedado mejor. Taraji P. Hewson, el vestido hubiera sido una exquisitez minimalista. Hasta que te peinaste. O no te peinaste, mejor dicho. Gwendoline Christie, no. No, no y no. Te amamos, pero ese vestido tan corto y de charol parece un bolsa arrugada de papel glam. Si Stacy London se gana la vida insultando a las mujeres por su forma de vestir, debería comenzarse a vestir bien ella misma. Parece la versión millennial de Morticia Addams. A Regina King le han favorecido vestidos mejores antes. El peinado y los drapeados laterales ensanchan su figura. El escote hace que se vean enormes sus hombros. Viola Davis es una maravillosa actriz que merece un vestido mejor. El color es bellísimo, pero el satín lo abarata y le complica el fitting. Con mangas y un neopreno o algo más intenso, hubiera impactado. A Ángela Bassett no le faltaba nada en este vestido. El color, perfecto, la silueta, adecuada, el peinado, apropiado. El gran problema es el fitting. A esta mujer le queda gigante el vestido. La hace ver más grande. Kirsten Dunst tenía una opción: se hubiera hecho un peinado alto y puesto una cadena o un buen brazalete o un buen par de aretes para hacer de este look algo más elegante. Así luce deslucida, desaliñada y el escote y el macramé la hacen ver anchísima. Mandy Moore: ahora el boho chic sí es chic. Por algo los vestidos de flores con peinados exuberantes como los de Dolce & Gabbana. La idea no es lucir como si estuvieras de fiesta en capital playera. Kathryn Hann, por ejemplo, debió pensar en el terciopelo con un contraste menos burdo, sobre todo de encaje. El vestido le queda muy largo y además, el mood del pelo no le queda bien con el vestido. Nancy O’ Dell debió pensar en un vestido conscious, sí, pero que no cortara tan radicalmente sus curvas. Nuestra adorable Anna Bates de “Downton Abbey”, Joanne Frogatt, debió recogerse el pelo. El vestido ya tenía cola. Debía proporcionar. Niecy Hernández no escogió bien el color del vestido ni el material. Opaca su tono de pelo. El gran problema del vestido de Renee Bargh es el color y el material. Mas encima, el adorno de la cintura. Suzanne Cryer: ni el corte, ni el color ni el adorno del vestido van bien con la tez que tienes. Sobre todo el material, que parece abaratado. Hari Neff: todo iba bien hasta el peinado. Lara Spencer, el problema no es el escote. Es el contraste tan burdo de material. Rhea Sheehorn, de la cintura para arriba, perfecta. El problema son las arrugas de abajo. El fitting y el material son un desastre. Maura Tierney, ya todos te odiaban en “Grey’s Anatomy”. Y a este vestido tuyo tan corto, tan apretado y embutido, también. Alia Shawkat, estos son los Emmy. No es el festival de música en el que te embarras en la carpa con tu novio por tres días. No es Woodstock, no es Glastonbury. Anna Chlumsky: la vanguardia es genial si sabes usarla y no pareces un Pokémon rosado gigante.
En los Premios Emmy 2016, la gran gala de televisión, muchas opacaron su elegancia con estilismos atroces o con vestidos que no les hacen justicia.