A pesar de ser un modelo con mejoras en aspectos importantes como rendimiento, cámara y batería, el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus parecen estar teniendo un lanzamiento en ventas inicial inferior al que tuvieron sus predecesores, el iPhone 6s y iPhone 6s Plus.
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Tras finalizar el lanzamiento inicial, en más países que nunca, según los datos recogidos por Fiksu dentro del muestreo de aplicaciones que utilizan su plataforma, solo un 0,7% de los iPhone en el mercado son del nuevo modelo.
El año pasado esta cifra era de 1,4% en 2015 con los iPhone 6s, y de 2,1% en 2014 con la introducción por primera vez de dos modelos distintos. Tenemos que remontarnos a 2014, con el iPhone 5s, para ver resultados similares.
Apple, que este año ha decidido no comunicar el número de iPhones vendidos durante el fin de semana del lanzamiento, ha sufrido problemas de abastecimiento de última hora —en especial del modelo «Plus»—, que podrían explicar parte del descenso de ventas comparativo, así como no estar disponibles durante el día de lanzamiento en las tiendas de Verizon en Estados Unidos.
Una base mayor de iPhones en el mercado comparada con la de hace uno o dos años podría explicar otra parte, pero incluso teniendo estos factores en cuenta, parece ser seguro que está habiendo menos ventas totales.
Por su parte, el nuevo sistema operativo iOS 10 también está teniendo una adopción más lenta que las versiones lanzadas el año pasado y el anterior. iOS 10 tiene tiene una cuota de instalación en todos los iPhone de 25%, frente al 38% que tenía iOS 9 a dos semanas de lanzarse, y aún inferior al 28% de iOS 8.