La realidad virtual es una de las áreas en que la industria de la tecnología está tratando de hacer dinero, y los desarrolladores de dispositivos sexuales, sitios de chat con cámaras y los videos pornográficos ya están reclamando sus derechos.
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Según un reportaje de la BBC, estas nuevas formas de inmersión están causando preocupación entre los terapeutas que tratan a personas que dicen que la pornografía les ha causado problemas emocionales y físicos.
Y plantean cuestiones sobre cómo será el futuro de nuestras relaciones, tanto en Internet como en la vida real.
El equipo, basado en Amsterdam, Holanda, lanzó su empresa con juguetes sexuales interactivos para parejas a larga distancia.
Pronto se dieron cuenta de que sus productos eran compatibles con la nueva variedad de películas pornográficas de realidad virtual.
Sus dispositivos mejoran la pornografía de realidad virtual añadiendo la sensación física a una experiencia visual de inmersión, explica Maurice Op de Beek, el jefe de tecnología de la firma.
Los videos pornográficos son filmados desde una perspectiva en primera persona. Después son codificados para que las imágenes vistas en pantalla correspondan con los movimientos que hacen los juguetes.
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A pesar de que hay más videos que se filman desde un punto de vista masculino, también hay muchos dirigidos a las mujeres.
Las compañías aseguran que los principales clientes son jóvenes de entre 20 y 30 años.
Los aparatos para hombres funcionan de forma independiente, los que son para mujeres requieren más participación de la usuaria.
Pronto se dieron cuenta de que sus productos eran compatibles con la nueva variedad de películas pornográficas de realidad virtual.
Todos los dispositivos serán «mucho más realistas» en el futuro, agregó Maurice Op de Beek, el jefe de tecnología de la firma Kiroo.
Entre los peligros, uno de los principales terapeutas de Reino Unido asegura que gran parte de estos trastornos se deben a que la gente se ha vuelto adicta a la pornografía en Internet.
Otras expertos han asegurado que la pornografía los ha hecho sentir mal sobre su cuerpo, ha provocado que no sean capaces de relacionarse con miembros del sexo opuesto y ha afectado la confianza en sus relaciones.