Efectivos policiales y autoridades judiciales argentinas allanaron a finales de agosto de 2016 un convento en la provincia de Entre Ríos (noreste) donde incautaron látigos, fustas y cilicios dentro de una investigación judicial iniciada a raíz de una publicación periodística que denuncia supuestas torturas a monjas.
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Según confirmó a medios locales el fiscal que dirige la investigación, Federico Uriburu, la Policía allanó el convento de las Hermanas Carmelitas Descalzas de la localidad de Nogoyá, donde residen 18 monjas, a las que entrevistaron sobre las supuestas torturas.
«No se produjeron detenciones, se mantuvieron entrevistas, realizadas por el médico de la Policía, y se constató que no presentaban ningún tipo de lesión física que amerite una internación», explicó el fiscal en declaraciones al canal Todo Noticias.
El juez indicó que para allanar el convento la Policía tuvo que hacer uso de la fuerza ante la resistencia que opuso la madre superiora del convento, aunque los instrumentos decomisados fueron entregados voluntariamente por las religiosas.
Según Uriburu, ahora las pesquisas judiciales tratarán de dilucidar si se produjeron agresiones y si estas fueron «producto de una elección libre o de una voluntad viciada».
La investigación de la Fiscalía se inició después de una publicación del portal Análisis Digital de la ciudad de Paraná (Entre Ríos), tras indagaciones que llevaron más de dos años, en la que aparecen testimonios de exmonjas que aseguraron haber sido víctimas de excesos por parte de otras religiosas.