Los recientes esfuerzos de Francia para reducir la contaminación también afectarán a los que disfrutan de comer al aire libre, ya que bajo una nueva y controvertida ley, los que vayan de picnic ya no podrán usar vasos de plástico para su vino, tampoco cubiertos ni platos de ese material para sus baguettes.
Y la vida en la oficina también será diferente, porque las máquinas expendedoras de café ya no darán vasos de plástico.
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La nueva medida, que entró en vigor en agosto, dará a los productores hasta el año 2020 para asegurarse de que todos los platos vendidos en Francia provengan de fuentes biológicas y puedan usarse en la composta. Esto sigue a la prohibición de las bolsas de plástico vigente desde julio.
Aunque varios países han prohibido también las bolsas plásticas, Francia parece ser el primero en introducir una restricción a los utensilios de plástico. La medida llega después de que París fue sede de una importante conferencia el mes pasado sobre cambio climático, y mientras el gobierno socialista trata de poner a Francia al frente de la lucha ambiental.