La final de este domingo, entre Novak Djokovic y Stan Wawrinka, será la tercera del serbio en un torneo de Grand Slam este año, y su séptima en los últimos ocho majors.
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En total, Djokovic estará disputando su 21ra final de un Grand Slam. Se trata de la segunda mayor cifra en la historia del tenis de hombres, sólo detrás de las 28 en que ha jugado Roger Federer.
Desde luego, Djokovic tendrá la oportunidad de seguirse acercando a Federer en otro rubro estadístico. Puede aumentar a 13 su cosecha de trofeos de las grandes citas, con lo que se ubicaría en solitario como el cuarto mejor de la historia, detrás de los 17 de Federer, 14 de Rafael Nadal y 14 de Pete Sampras.
Tras una inusitada semifinal en la que venció al francés Gael Monfils el viernes, Djokovic agradeció seguramente el día de descanso. Durante el duelo, solicitó masaje en ambos hombros.
El desgaste es evidente pese a que el serbio ha pasado la mitad del tiempo que Wawrinka en las canchas de este US Open: nueve horas contra casi 18.
«Tengo ahora un día extra para recuperarme y ponerme listo para la final, que es, como bien saben, donde definitivamente quiero estar cada vez que vengo a un Grand Slam», dijo Djokovic, primer preclasificado y campeón defensor. «Quiero ser capaz de colocarme en una posición en la que pueda pelear por el trofeo. Ahora, todo lo que ha ocurrido en el torneo quedó atrás. Sólo pienso en el partido del domingo».
Wawrinka, el tercer preclasificado, participará apenas en su tercera final de un major. Pero ha ganado las otras dos.
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Además, se ha impuesto en cada una de sus últimas 10 finales de cualquier torneo. Y aunque su foja ante Djokovic es de apenas 4-19, la mitad de las victorias de Wawrinka llegó en certámenes en que terminó coronándose en majors -los cuartos de final del Abierto de Australia en 2014 y la final del Roland Garros de 2015.
«Stan es un jugador de partidos grandes», reconoció Djokovic. «Le fascinan los grandes escenarios».
Pero su carrera se tardó en florecer.
Wawrinka no llegó a una semifinal de un gran torneo sino hasta su 35ta presentación, cuando tenía 28 años.
Ahora, han pasado más de cinco meses desde que cumplió 31. Podría ser el monarca más viejo del US Open desde Ken Rosewall, quien se coronó a los 35 en 1970.
Sería también el quinto tenista en la era de los torneos abiertos con al menos dos trofeos de Grand Slam después de los 30 años. Su compatriota y amigo Federer ha conseguido sólo uno desde que cumplió esa edad.
«Sé que he tenido algunos altibajos en el año. No estoy jugando mi mejor tenis en todos los torneos. Pero trato de trabajar lo más duro que se pueda para darme una oportunidad cada vez que juego en una cancha», dijo Wawrinka después de vencer al japonés Kei Nishikori en la semifinal. «Y en los Grand Slams es donde quiero jugar mi mejor tenis, es ahí donde quiero ser el mejor jugador y busco mi mejor juego».
Fuente: AP
