El papa Francisco instó, este jueves 08 de septiembre, a la necesidad de que todas las confesiones religiosas condenen «de forma conjunta y rotunda» y tomen distancia de las acciones terroristas que se amparan en la religión.
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Constató «con dolor» que a veces el nombre de la religión «es usado para cometer atrocidades, como el terrorismo, y sembrar miedo y violencia y, en consecuencia, las religiones son señaladas como responsables del mal que nos rodea», reportó la agencia EFE.
Ante la situación, instó a condenar «de forma conjunta y rotunda estas acciones abominables y tomar distancias de todo lo que busca envenenar los ánimos, dividir y destruir la convivencia; hace falta mostrar los valores positivos inherentes a nuestras tradiciones religiosas para lograr un sólido aporte de esperanza».
«Es necesario que compartamos los dolores como también las esperanzas, para poder caminar juntos, cuidando el uno del otro, y también de la creación, en la defensa y promoción del bien común», llamó.
También destacó el importante papel que tienen las religiones en «la tarea de promover el cuidado y el respeto del medio ambiente» y abogó porque promuevan «una verdadera educación, a todos los niveles, que ayude a difundir una actitud responsable y atenta hacia las exigencias del cuidado de nuestro mundo».
Francisco destacó la importancia de los encuentros y la cooperación entre las variadas confesiones, «basada en la promoción de un diálogo sincero y respetuoso, pues si no existe respeto recíproco no habrá diálogo interreligioso; es la base para poder caminar juntos y afrontar desafíos».
Para el papa, todos los creyentes tienen el deber «de defender la vida en todas sus etapas, la integridad física y las libertades fundamentales, como la libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión y de religión».
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«El mundo constantemente nos observa a nosotros, los creyentes, para comprobar cuál es nuestra actitud ante la casa común y ante los derechos humanos», explicó.
Y agregó la necesidad de colaborar entre los creyentes, pero también «con los hombres y mujeres de buena voluntad que no profesan ninguna religión, para que demos respuestas efectivas a tantas plagas de nuestro mundo».
«El mundo de hoy sufre y necesita nuestra ayuda, nos lo está pidiendo», aseguró.