Mujeres lesbianas convocaron un «besazo» multitudinario frente a un histórico café de Buenos Aires después de que una joven denunciara que un camarero del lugar le dijo que era «inapropiado» que acariciara a su novia, suceso que supuestamente terminó con la expulsión de la pareja del local.
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Belén Arena estaba en el tradicional bar porteño de La Biela «acariciándole la cara y el hombro» a su pareja, que estaba llorando, cuando un camarero se acercó «violenta e impunemente» para pedirles que se tranquilizaran, según relata la afectada en la convocatoria de «escrache» realizada por la red social Facebook y en la que este miércoles estaban interesadas unas 8.000 personas.
Tras la reacción del camarero, la joven de 25 años fue a manifestarle al encargado que la estaban discriminando «por lesbiana», pero este último le insistió en que su comportamiento «no era apropiado para el lugar».
«Le pregunté si era consciente que vivimos en un país con ley de matrimonio igualitario, y le pregunté por qué no le decía nada a la pareja heterosexual que ‘chapaba’ (coqueteaba) en la mesa de al lado», cuenta la afectada en un texto en el que denuncia que posteriormente, el hombre le dijo que era «una ridícula».
Fue entonces cuando, según Arena, tres trabajadores la echaron del local, tras lo que ella y su novia fueron a presentar una denuncia.
«Nadie saltó a decir nada en ese bar. Me sentí aplastada por la voz de la mayoría heteronómica», denuncia la joven.
En declaraciones a Efe, Carlos Gutiérrez, director del establecimiento, uno de los más representativos de Buenos Aires, ubicado en el céntrico barrio de Recoleta, aseguró que «en ningún momento» se invitó a la pareja de chicas a salir del local, sino que se le comunicó que «respetaran el lugar».
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«Ellas estaban en una actitud no grata para nosotros en el local. Lo único que se les dijo (fue) que respetaran el local. Se levantó (una de las chicas), se enojó y dijo que iba a hacer denuncias, juicios… La policía estaba en la puerta y entró para decirle que se calmara. Ella se fue por su cuenta y la otra chica se quedó un rato largo sentada», añadió.
«Se estaban besando, agarrando… cosa que no corresponde en este lugar. A nadie le preguntamos el sexo ni religión ni de qué país viene. No tenemos nada contra ninguno, pero tenés que comportarte de acuerdo al local que estás», aseveró Gutiérrez.
Además, remarcó que «siempre» fue política de la empresa «resguardar el local, que sea familiar, para todos, con respeto».
«(Si hubieran sido) un hombre y una mujer les hubiéramos llamado la atención igual. No hacemos diferencia en eso. La chica dice que la discriminamos, pero creo que no. Tampoco la echamos. Lo único que se le dijo es que respetara el lugar, nada más», subrayó.
Por ello, Arena convocó un «tortazo» (en referencia a «torta» o «tortillera», formas despectivas de referirse a las mujeres lesbianas) y «besazo» masivo y «homosexual» para el próximo lunes, cuando se cumple exactamente una semana del suceso, como forma de protesta por lo ocurrido y para que «la actualidad y la historia» tengan «algún sentido».