Nueve gobiernos latinoamericanos pidieron hoy- 29 de agosto- al de EEUU que revise sus políticas migratorias con relación a Cuba, al considerar que son «un estímulo al flujo desordenado, irregular e inseguro de ciudadanos cubanos» hacia ese país.
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La solicitud se expresa en una carta enviada al secretario de estado estadounidense, John Kerry y firmada por los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín; Costa Rica, Manuel González; Ecuador, Guillaume Long; El Salvador, Hugo Martínez; Guatemala, Carlos Raúl Morales; México, Claudia Ruiz; Nicaragua, Samuel Santos; Panamá, Isabel de Saint Malo y Perú, Ricardo Luna.
El ministro Ecuatoriano, Guillaume Long, anunció en conferencia de prensa el envío de la carta en la que los gobiernos expresan su preocupación por esta tránsito de ciudadanos cubanos que compromete, señalan, las «políticas y esfuerzos» por «unas fronteras seguras y libres del crimen organizado trasnacional».
La misiva señala que «ciudadanos cubanos exponen sus vidas a diario, buscando llegar al territorio de los Estados Unidos. Estas personas, en extrema vulnerabilidad, son víctimas de las mafias dedicadas al tráfico de migrantes, la explotación sexual y los asaltos colectivos».
«Esta situación ha generado una crisis migratoria que afecta a nuestros países», manifiestan los ministros en su escrito, que hoy fue entregado en el Departamento de Estado por el embajador de Ecuador, Francisco Borja.
Y agregan que para sus países es prioritario que el tránsito migratorio se desarrolle «de manera regular y ordenada», por lo que consideran necesaria la coordinación de sus políticas con la estadounidense.
El documento pide «analizar y revisar» la «Ley de Ajuste Cubano» y la política de «Pies secos, pies mojados», lo que sería «un primer paso para detener el agravamiento de esta compleja situación» y «parte de una solución definitiva» al problema, dice la carta.
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Long subrayó que el envío de esta carta a Kerry es la respuesta de los nueve países a un problema que afecta a la seguridad de los cubanos pero también a aspectos como la soberanía territorial y la seguridad de estos territorios.
Se trata de gobiernos «muy heterogéneos» políticamente, pero que comparten su preocupación por este problema.
El ministro dijo también que, junto a la carta, se solicita «una reunión de alto nivel» para explicar al secretario de Estado este problema.
La política de «pies secos, pies mojados» diferencia entre aquellos migrantes cubanos interceptados en el mar, a quienes se devuelve a su país, y los que consiguen pisar territorio estadounidense, quienes encuentran facilidades para regularizar su situación, obtener la residencia e incluso la nacionalidad, explicó.
Se trata de una política que Long calificó de «anacrónica» y de «trasnochada» y que, además, establece un «doble estándar», ya que solo se aplica a los ciudadanos cubanos y no a migrantes de otras nacionalidades.