Clauddine ‘Dee Dee’ Blancharde y su hija Gypsy, una niña que padecía severas enfermedades, perdieron todo cuando el huracán Katrina destrozó Luisiana en 2005. El padre de la niña era un alcohólico y drogadicto que la maltrataba y luego la dejó sin ningún tipo de apoyo.
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Al menos esa era la historia que todos creyeron durante muchos años hasta el día que la madre fue hallada muerta en su casa. El portal Buzzfeed ha descubierto los detalles de la historia de esta familia estadounidense.
Unos meses después del nacimiento de Gypsy, en 1991, su madre sospechó que la niña padecía el síndrome de apnea obstructiva del sueño, un trastorno que impide respirar durante el sueño. Luego siguió una larga lista de enfermedades que incluyen problemas genéticos, asma severa, epilepsia, así como distrofia muscular, que la condenó a la silla de ruedas.
Cuando era bebé superó una leucemia, pero tuvo que seguir tomando una gran cantidad de medicamentos. Además, su madre le rapaba la cabeza asegurando que de todas formas se le iba a caer el cabello. Debido a la medicación y a la necesidad ocasional de ingerir alimentos mediante un tubo (o tal vez por falta de higiene), se le pudrieron los dientes. A veces no podía respirar sin una bombona de oxígeno.
Fue sometida a varias intervenciones quirúrgicas por problemas de vista y de oído y le extirparon las glándulas salivales por una supuesta excesiva secreción. La madre afirmaba que su hija tenía un retraso cognitivo, por lo que tenía que estudiar en casa.
Después del huracán Katrina, la familia halló refugio en el estado de Misuri, donde organizaciones caritativas le construyeron una casa adaptada a sus necesidades, con rampas y ‘jacuzzi’. Entablaron amistad con sus vecinos y su particular situación las convirtió en estrellas de la televisión local. Recibieron muchas ayudas de distintas ONG que les permitieron, por ejemplo, hacer un viaje gratis a Disney World o alojarse en residencias de la Fundación Infantil Ronald McDonald.
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Pero todo acabó en junio del año pasado, cuando en la cuenta de Facebook de ‘Dee Dee’ Blancharde apareció una publicación escalofriante que rezaba: «¡Esa puta está muerta!». Cuando la Policía y los vecinos entraron en su casa, la hallaron apuñalada y no encontraron rastro de su hija pese a que todas las sillas de rueda estaban en la vivienda.
La Policía descubrió que la joven se había fugado con su novio y que no tenía dificultades para caminar. Resultó también que todas sus graves enfermedades eran una invención de su madre, que se había pasado años convenciéndola de que eran reales.
¿Fraude o enfermedad?
La muerte de ‘Dee Dee’ Blancharde hace imposible averiguar cuáles fueron los motivos de su comportamiento, pero hay indicios que señalan que padecía el trastorno mental conocido como ‘síndrome de Münchhausen’, que motiva a las personas a inventar dolencias para asumir el papel de enfermo y así buscar atención. En este caso, se trata del síndrome de Münchhausen por poder, también denominado ‘trastorno ficticio impuesto’, dado que el papel del enfermo fue ‘delegado’ a la hija.
Las personas con este trastorno no son consideradas defraudadoras ya que no buscan beneficios económicos, sino atención. No obstante, es probable que la mujer no padeciera el síndrome y simplemente fuera una embaucadora que se aprovechaba de su hija, lo que dejaría en el aire la participación de la joven en el engaño.
Muchos años de mentira
Sea por el trastorno o por otra razón, casi toda la historia de la familia era falsa. El padre de Gypsy le enviaba la pensión de manutención cada mes, no es alcohólico y hasta hablaba con ella de vez en cuando por teléfono. El historial clínico de la joven, supuestamente perdido en el desastre del Katrina, estaba archivado en Luisiana.
Ningún diagnóstico, desde la distrofia muscular a los trastornos mentales, fue confirmado con análisis médicos, que siempre daban resultado negativo. Pese a ello, la mayoría de los especialistas trataron y operaron a Gypsy basándose en el relato de su madre, que dejaba de acudir a los médicos que ponían en duda su versión.
¿Quién es el asesino?
No se sabe si la propia Gypsy era consciente de todo ello ya que toda su vida había estado sugestionada para creer que padecía graves problemas de salud. Su madre le prohibió el acceso a Internet cuando la joven empezó a interesarse en tener pareja. Finalmente, Gypsy conoció en secreto a su futuro novio, Nicholas Godejohn, quien se cree que asesinó a ‘Dee Dee’ Blancharde.
Las evidencias halladas durante la investigación sugieren que la idea de matar a su madre fue de la propia Gypsy, que la mencionó por primera vez en mayo de 2014, más de un año antes del asesinato. Fue Gypsy quien hizo la publicación en Facebook, pero afirma que su novio le dictó qué escribir. Ambos afirman que el cuchillo que mató a Dee Dee estaba en manos de Godejohn.
La condena mínima en vez de la pena capital
La acusación inicial podría haber supuesto la pena de muerte para ambos jóvenes, pero el verano pasado Gypsy se declaró culpable de asesinato con circunstancias atenuantes y fue condenada a 10 años de prisión, la pena mínima para este crimen. Podrá salir en libertad tras ocho años y medio en prisión, a la edad de 32 años.
La joven ha confesado a Buzzfeed que se siente más libre en la cárcel que cuando vivía con su madre. Se siente también «frustrada» porque los médicos no vieron que estaba «completamente sana». Su novio, que al parecer sufre ciertos problemas mentales como se desprende de un mensaje que envió a Gypsy en el que decía que su ‘lado malvado’ asesinaría a su madre, será juzgado en los próximos meses.