0 of 4
La historia de una pareja de ancianos solitarios está conmoviendo al mundo, ya que se ha convertido en una de las más compartidas en las últimas horas.
PUBLICIDAD
Jole, de 89 años y Michele, de 94, estaban en su casa viendo el noticiero nocturno y enterándose de las historias más recientes: atentados terroristas, violencia en el mundo, niños maltratados en refugios, etcétera. La televisión era su única compañía; lo que hizo que en ese momento Jolie comenzara a llorar inconsolablemente frente a su esposo, con quien está casada desde hace 70 años.
«¿Por qué el mundo es tan malo? ¿Por qué hay tanta maldad?», fueron las preguntas que Jolie hacía en un gran lamento; tan grande, que los vecinos la escucharon, se espantaron y llamaron a la policía.
Esta fue la escena que la Policía de Roma encontró, una para la que no estaban preparados: dos almas solitarias para tranquilizar. «A diferencia de otros casos, aquí no había ancianos estafados ni les habían robado en su casa. Aquí no sirven los códigos. Sirve ser hombres de verdad», se lee en la publicación compartida por las autoridades a través de Facebook, la cual ha sido compartida en más de 25 mil ocasiones.
«La vida no siempre es fácil, especialmente cuando la ciudad se queda vacía y los vecinos solamente llegan en vacaciones», explica la policía de Roma. Cuando las autoridades entraron al departamento, pidieron la asistencia de una ambulancia para que la pareja recibiera un chequeo de rutina.
Pero los policías decidieron hacer algo más allá: dedicar su tiempo para la pareja. Los oficiales pidieron su autorización para revisar la cocina y uno de los cuatro oficiales comenzó a cocinar pasta para todos, con tal de hacerles compañía a Jole y Michele.
«Una vez adentro, todo habla de esa larga vida que llevan juntos, pero también muestra la desolación por la que los agentes están ahí: un mísero ramo de uvas con tres frutas marchitas cuenta un ayuno que ya duró demasiado tiempo», describieron las autoridades.
La historia conmovió a las redes sociales, en donde los oficiales fueron felicitados por su acto y se les agradeció el gesto con la pareja: «Ni siquiera hablo italiano, pero la bondad no tiene idioma», se lee en uno de los siete mil comentarios.