La británica Donna McMahon, de 35 años, ha pasado 30 años de su vida sin ducharse, bañarse o nadar en la piscina. Algo superior a ella se lo impedía.
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Se trataba de una fobia al agua que se veía incapaz de superar y que le dificultaba la vida cada vez más. Donna tardaba horas en lavar su pelo, ya que lo hacía por pequeños mechones, y nunca había disfrutado plenamente de un día en la playa con sus hijos, según detalla el diario mirror
Por eso, un día decidió acudir a terapia para ponerle fin. Los expertos le aconsejaron acudir a una sesión de hipnosis para que, quizás así, pudieran encontrar el origen de su fobia. Y así fue.
El hipnotizador Robert Hisse, después de su sesión con Donna, dijo haber encontrado el momento exacto en que se originó su fobia. Este se remontaba a 1986. Donna estaba en un tobogán de agua y un niño la empujó. Entró en pánico durante toda la bajada ya que pensaba que, al llegar al agua, su padre no podría cogerla y se ahogaría. Desde entonces, Donna había desarrollado su miedo irracional al agua.
Desde que se sometió a la hipnosis, Donna dice sentirse “como si hubiera ocurrido un milagro”, ya que su fobia ha quedado atrás y ahora, por fin, puede disfrutar de baños y duchas por primera vez en 30 años.