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El legado de los filisteos recayó en el nombre de Palestina, denominación que recibieron por parte de los romanos en el siglo II. Mediante pruebas biológicas se encontró por primera vez su existencia, un cementerio con más de 200 cuerpos que datan por más de 3 mil años.
El exterior del cinturón montañoso de Ascalón es el lugar donde por miles de años han reposado los restos de esta enigmática comunidad y que con su hallazgo los Arqueólogos podrán dar respuestas a muchos de los misterios creados entorno a ella.
Fue localizado en 2013 en la ciudad costera de Ashkelón, pero sus resultados empiezan a salir ahora a la luz después de dos años de excavaciones en el lugar, un yacimiento investigado en su conjunto desde hace tres décadas, explica una nota de la agencia Efe.
«No se había encontrado antes un ejemplo sistemático que reflejara lo que pensaban los filisteos acerca de la muerte y cómo trataban a sus muertos«.
El descubrimiento sin precedentes permitirá a los arqueólogos no solo estudiar las prácticas de enterramiento de este pueblo por primera vez, sino también conocer mejor las características y costumbres que lo diferenciaban de sus coetáneos e indagar en sus orígenes. El cementerio, datado entre los siglos XI y VIII a.C., podría apoyar la teoría de que migraron a las costas del antiguo Israel desde una región del oeste, probablemente el mar Egeo, alrededor del siglo XII a.C.
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En la Biblia los filisteos se describen como archienemigos de los israelitas, un pueblo extranjero que se estableció en cinco de las ciudades principales de Filistea, en el territorio actual del sur de Israel y la Franja de Gaza.
Hasta la fecha se han encontrado los restos bien conservados de 210 individuos, «lo que permite hablar del grupo como población«, dijo Master.
El alcance del hallazgo radica en el tamaño importante del camposanto y su cercanía a la ciudad filistea de Ashkelón, ciudad que tuvo el principal puerto marítimo de los filisteos porque lo que es fácil suponer la significativa influencia que tuvo sobre ellos. No se hallaron inscripciones, «algo extremadamente raro«, según el investigador.
Arqueólogos transportan vasijas de cerámica (Jim Hollander / EFE)»Pero sí señales simbólicas u ostracones (trozos de cerámica sobre los que se escribía) que representan el lenguaje filisteo temprano», apostilla.
Los muertos eran enterrados principalmente en pozos excavados para cada individuo, aunque luego se los juntaba con otros, separados por estratos y con sus propios bienes.
El estudio del ADN de los huesos encontrados ayudará a definir el los orígenes de este pueblo, así como las enfermedades que padecían o sus hábitos.
