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Después de que le diagnosticaran cáncer a su perra, Robert Kugler decidió viajar junto a su mascota, una labrador chocolate de tres patas, llamada Bella.
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El animal fue diagnosticado con cáncer de huesos, por lo que se le amputó una pata pero se complicó. La enfermedad se extendió a las pulmones. Ahora es terminal.
«Esta es una de las más grandes conexiones que he tenido con algo viviente. No me importa que sea una mascota», dice Kugler, de Broken Bow, Nebraska según publica la CNN.
El animal fue adoptado cuando era un cachorro hace nueve años. «No quería que ella ya no estuviera un día que no regresara a casa», dijo.
Kugler, un veterano de la marina, la llevó a Chicago y publicó las imágenes por redes sociales. Bella posando frente a un mural en Detroit, ser acariciada por algunos compañeros del Ejército de Salvación en Bowling Green, Kentucky, ver el atardecer sobre el Lago Erie.
«Quiero inspirar a la gente a salir y vivir», dijo. «Que se amen unos a otros por lo que son y hagan amigos», señala el exveterano de la marina.
Bella y Robert ahora viven en Florida, del lado de la costa del Golfo, disfrutando St. Petersburg y las playas de arena blanca de Siesta Key. Además está pensando en viajar al oeste, deteniéndose en Nebraska, visitar Yellowstone y Yosemite.
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«Seguirnos moviendo y ver el país es una buena excusa para pasar tiempo con mi mascota. Ser espontaneo a veces puede ser un dolor de cabeza, debido a que significa que se debe pasar mucho tiempo resolviendo donde vamos a dormir pero también se disfruta una pequeña aventura no planeada. «Te topas con un camino de grava y te preguntas, ‘¿A dónde llevará?’. Así que das la vuelta y te enteras», dice Kugler.
Los veterinarios le dieron a Bella una esperanza de vida de tres a seis meses pero ha sobrevivido mucho más.
«Algunos días estoy preparado completamente. La dibujo nadando hacia el océano», dice. «Pero hay otros días en que digo, ¡Dios Mio! No puedo soportar pensar en eso».
