VARSOVIA (AP) — El presidente Barack Obama rechazó el sábado la idea de que los impactantes hechos de violencia que sacudieron a Estados Unidos en los últimos días sean indicio de un regreso a la brutalidad racial del pasado oscuro en el país.
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A pesar del dolor que dejaron las muertes de policías y hombres de razas negra, «Estados Unidos no es un país tan dividido como algunas personas han dicho».
Tras la muerte de cinco policías de Dallas a manos de un francotirador y de dos hombres negros a manos de agentes, Obama exhortó a los estadounidense a que no se dejen vencer por el miedo de un regreso del caos al estilo de la década de 1960 y a que entiendan los avances logrados en las relaciones raciales desde aquella época.
«No se ven disturbios ni a policías que persiguen a personas que protestan pacíficamente», señaló el mandatario. «Lo que se ve son protestas pacíficas casi de manera uniforme y a policías que se ocupan de esas movilizaciones con profesionalismo de manera uniforme».
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Obama hizo sus declaraciones durante la conclusión de la cumbre de la OTAN en Varsovia antes de viajar a España, parte de su gira de despedida por Europa que recortó un día debido a los recientes acontecimientos en Estados Unidos.
Fue la tercera vez en tres días que el presidente habla fuera del país sobre las muertes de dos hombres negros a manos de policías en Louisiana y Minnesota, a las que siguieron el ataque de un francotirador en Dallas que mató a cinco agentes. En estos últimos hechos también resultaron heridos siete agentes y dos civiles.
Obama dijo que el asesino de Dallas, un hombre de raza negra que había servido en el Ejército y que luego fue abatido por la policía, era «un individuo desquiciado» que no representa a los negros del país, de igual forma que el individuo blanco que mató a personas de raza negra en una iglesia en Charleston, South Carolina, no representa a los blancos del país.
El jefe de Estado anunció que visitará Dallas «en los próximos días» para expresar su solidaridad con la ciudad de Texas, que continúa consternada.
Debido a las muertes de las personas negras y las protestas posteriores en algunas ciudades de Estados Unidos, el presidente reaccionó de una manera atípica: redujo de cinco a cuatro los días de su gira por dos países europeos.
Durante su viaje en avión a España, Obama llamó al gobernador de Texas, Greg Abbott, para presentarle sus condolencias a nombre del pueblo estadounidense, informó la Casa Blanca.
Aunque Obama procedió con su plan de visitar Madrid, canceló la escala que haría en la ciudad de Sevilla, en el sur de España. El presidente decidió efectuar en una sola jornada los actos que tenía previsto hacer en dos días, entre ellas una reunión con el presidente interino del gobierno español Mariano Rajoy y una visita a los marineros estadounidenses destacados en la base naval en Rota.
En su conferencia de prensa antes de partir de Polonia, Obama recalcó que aunque «hay pesar, rabia y confusión» en Estados Unidos, «hay unidad en el reconocimiento en que esta no es la manera como queremos que nuestras comunidades se desarrollen. Esto no es lo que queremos ser como país y eso sirve de base para que podamos avanzar de una manera positiva y constructiva».
El presidente dijo que convocará la semana entrante a una reunión en la Casa Blanca entre policías, líderes comunitarios, activistas de derechos civiles y otros para hablar sobre próximas acciones. Expresó que «la solidaridad y comprensión» demostrada por ciudadanos comunes ante los sucesos recientes, inclusive de los policías de Dallas que fueron atacados, le han dado esperanzas.
«Esa es la actitud que todos debemos tener, esa es la actitud que yo deseo usar como base para avanzar», añadió.
Sin embargo, Obama dejó en claro que seguirá expresándose sobre la necesidad de endurecer las restricciones al acceso a las armas en Estados Unidos, una posición que ha encontrado férrea resistencia en el Congreso dominado por los republicanos y que ha puesto furiosos a los oponentes políticos del mandatario cada vez que lo menciona después que ocurre un incidente en el que haya muertos por armas de fuego.
Afirmó que Estados Unidos es el único de los países desarrollados que registra hechos de violencia como los sucedidos.