El oso polar Arturo murió este domingo -3 de julio- a los 31 años en el zoológico de Mendoza (Argentina) debido a un desbalance hemodinámico que desencadenó un proceso de descompensación multisistémica y un deterioro irreversible, informa el servicio de prensa de las autoridades locales.
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El animal pasó 22 años en cautiverio, tras llegar al zoológico a los 8 años de edad.
Anteriormente, más de un millón de personas firmaron una petición en el portal Change.org, pidiendo a las autoridades que trasladasen a Arturo al Parque Zoológico Assiniboine en Canadá.
La iniciativa ganó fuerza cuando en los medios aparecieron imágenes del «animal más triste del mundo», que aguantaba temperaturas extremadamente altas en el zoo argentino.
De acuerdo a lo manifestado por Clarín, el último parte médico del oso polar fue emitido el pasado viernes, donde se indicó que el animal permanecía «poco reactivo con mínima respuesta a estímulos y depresión marcada de su sistema nervioso central».