Un grupo católico tradicionalista escindido acusó al papa Francisco de propagar confusión y errores sobre la fe, al unirse a la crítica conservadora que percibe la doctrina del actual pontífice como libertina y de darle prioridad a la misericordia sobre la moral.
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El comunicado del miércoles de la Hermandad Sacerdotal San Pío X insinuaba que un nuevo intento de reconciliación con Roma se había detenido o que la sociedad se encontraba dividida en cuanto a los próximos pasos a dar.
El fallecido arzobispo Marcel Lefebvre fundó el grupo en 1969 cuando se opuso a las reformas modernistas del Concilio Vaticano Segundo, la celebración de la misa en lengua vernácula y a la participación con judíos y otros cristianos.
En 2014, el Vaticano retomó las conversaciones de reconciliación luego de fracasar las discusiones doctrinales iniciadas por el emérito papa Benedicto XVI. La hermandad dijo el miércoles que su objetivo principal no era el reconocimiento legal, sino la restauración de la tradición católica en la Iglesia.