El ministro de Exteriores de Ecuador, Guillaume Long, instó hoy -28 de junio- a las Naciones Unidas a revisar su metodología; con el objeto de evitar que políticos opositores se hagan pasar por representantes de la sociedad civil y sean recibidos en instancias públicas.
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«Creemos absolutamente en la sociedad civil. Ahora, es muy importante que reflexionemos bien sobre qué representantes de la sociedad civil participan de las instancias de la ONU, como en el día de hoy», se cuestionó Long en una entrevista con Efe.
Si participan «siempre las mismas ONG, que van siempre a todas las instancias porque tienen recursos y financiación internacional, muchas veces de Estados Unidos. Y si, a veces, son candidatos derrotados en las urnas y montan una ONG para ser recibidos por instancias de la ONU, ¿con qué legitimidad van?», cuestionó.
Ecuador se presentó hoy ante Comité de Derechos Humanos de la ONU que vela por la implementación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y presentó su sexto informe.
Long explicó que su país cuenta con más de 77.000 organizaciones sociales registradas pero «siempre van las mismas 3 o 4, que son los antiguos o nuevos opositores, normalmente derrotados en las urnas, que no van como partidos políticos porque eso no luce bien, sino como representantes de la sociedad civil».
«Creo que estas instancias internacionales tienen una responsabilidad de pensar en términos metodológicos y de pensar qué tipo de sociedad civil están recibiendo», insistió.
Dicho esto, subrayó que la ONU tiene que recibir y escuchar a la sociedad civil de un país, pero que debe ser más cauta en su elección.
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«Por supuesto que tiene que haber un diálogo con la sociedad civil, pero ese diálogo tiene que ser más responsable, de más alto nivel metodológico y no permitir que políticos, con claras intenciones políticas, se escudan detrás del disfraz sociedad civil y que a veces sean recibidos con mayor credibilidad que los Estados», sentenció.
En la misma línea, Long también defendió que su país es un garante de la libertad de expresión y que la Superintendencia de la Información y Comunicación ejerce su labor «como otro ente similar en cualquier otro país».
«No existe en el Ecuador ningún tipo de censura, lo que sí existe es una polarización política entre una plataforma modernista que busca salir del estado premoderno y semifeudal que hemos heredado y ciertos medios de comunicación, no todos, que defienden los intereses fácticos de una pequeña elite», especificó.
Long y su delegación expusieron los avances obtenidos por su país en materia de derechos sociales -parejas de hecho para personas del mismo sexo; reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTBI y de las trabajadoras del hogar, etc- así como la reducción de la pobreza y la desigualdad.