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Tres infecciones que pueden contagiarse en el gimnasio
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Autoridades en Estados Unidos investigan la muerte de una joven de 18 años que, supuestamente, contrajo una ameba que le comió el cerebro durante una visita a un parque acuático en Carolina del Norte.
Lauren Seitz, originaria de Ohio, visitó en el Centro Nacional de Whitewater, en Charlotte, Carolina del Norte el pasado 8 de junio. Viajaba con el grupo juvenil de iglesia.
Según contó Jim Wilson, pastor principal de la Iglesia Metodista Unida de Cristo en Westerville, Ohio, Lauren estaba entre los 32 jóvenes que acudieron a Carolina del Norte para cantar en iglesias y hogares para ancianos y que visitaron el parque acuático para divertirse un momento, según la cadena local WCMH-TV.
El grupo de jóvenes regresó a Ohio el 11 de junio y Lauren murió ocho días después, el 19 de junio. «Ella era una persona increíble, tan llena de vida», comentó el Pastor Wilson.
Los informes médicos señalan que Lauren murió de meningoencefalitis amebiana primaria (PAM), una enfermedad en el sistema nervioso central causada por el organismo Naegleria Fowleri, que puede ser fatal si entra por la nariz. Está presente en esta temporada en lagos cálidos.
Entre los síntomas que presentó hubo fiebre, náuseas, dolor de cabeza y vómito; los cuales pueden llegar hasta la pérdida de equilibrio, convulsiones y alucinaciones; los cuales se presentan aproximadamente cinco días después de la infección.
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El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte informó en un comunicado: «Se cree que la única exposición al agua que tuvo la ahora fallecida fue cuando la balsa en la que practicaban kayac se volteó en el río».
Marcus Plescia, director de Salud del Contrado de Mecklenburg, comentó: «Creemos que el centro de Whitewater es tan seguro como cualquier otro» y añadió: «Hay que tener en cuenta que cada vez que se va a nadar en cualquier tipo de agua abierta, estas no están tratadas como en una piscina».
Según información de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), desde 1962 solamente se han presentado 162 casos de este tipo, lo que convierte las infecciones por Naegleria Fowleri en una enfermedad extremadamente rara.