Los padres del niño de Nebraska que murió a manos de un caimán en el parque de diversiones Walt Disney World de Florida dijeron el sábado estar impresionados por el apoyo que han recibido desde el fallecimiento de su hijo.
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Matt y Melissa Graves, de Omaha, Nebraska, agradecieron en un comunicado el respaldo y el amor que han recibido de amigos en su comunidad y de todo el país.
«Melissa y yo continuamos afrontando la pérdida de nuestro amado hijo, Lane, y estamos impresionados por el apoyo y el amor que hemos recibido de parientes y amigos en nuestra comunidad, así como de otras partes del país», dijo la familia.
«Entendemos el interés del público, pero a medida que seguimos adelante este fin de semana, pedimos y agradecemos la intimidad que necesitamos para sepultar a nuestro hijo. Ni Melissa, yo mismo, ni nadie de nuestra familia haremos declaraciones públicas; simplemente no podemos hacerlo en estos momentos», agregó.
Sara Brady, portavoz de la familia, declinó hacer declaraciones sobre la fecha del funeral.
Un caimán de 2,10 metros (siete pies) de largo, según las descripciones, se llevó el martes en la noche a Lane Graves, de dos años, mientras el niño caminaba en las aguas poco profundas de un lago en un hotel de Disney. El cadáver del menor fue encontrado al día siguiente después de una larga búsqueda.
La autopsia mostró que el chico murió de ahogamiento y lesiones traumáticas, según el forense de Orlando.
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La playa, ubicada en el centro vacacional Grand Floridian Resort and Spa, de Disney, se ubica al otro lado del lago frente al Reino Mágico. El lugar tiene letreros que prohíben nadar, pero no había advertencias sobre caimanes.
La compañía instaló el viernes letreros de advertencia sobre caimanes. Las playas del centro vacacional continúan cerradas.
Trabajadores de la construcción han comenzado a instalar postes de madera unidos por una cuerda a lo largo de la orilla de la laguna donde el caimán se llevó a Graves.