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Los padres del pequeño Lane Graves, quien murió en un resort de Walt Disney World, en Orlando, el pasado martes por la noche, luego de que un cocodrilo lo atacara por sorpresa y lo llevara consigo, hablaron por primera vez desde el trágico suceso.
En un comunicado, Matt y Mellissa Graves agradecieron por las oraciones y la ayuda recibida en las últimas horas y pidieron privacidad en este momento tan doloroso que debe atravesar su familia.
«Las palabras no pueden describir el impacto y el dolor que nuestra familia está experimentando por la muerte de nuestro hijo», comienza la misiva dada a los medios de prensa.
El escrito, además, tiene las siguientes palabras: «Estamos devastados y pedimos privacidad durante este tiempo de dificultad extremo. Para todas las autoridades locales y el staff que trabajó sin descanso las últimas 24 horas, expresamos nuestro más profundo agradecimiento», concluyó el comunicado.
Disney pondrá letreros de advertencia en sus parques
En otro comunicado oficial, la empresa Disney informó que instalarán letreros advirtiendo la posible presencia de caimanes en las playas de sus hoteles, además de barreras temporales, mientras se encuentra una solución permanente, informó Jacquee Wahler, vicepresidenta de la cadena de hoteles.
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Esta medida se da como solución a la tragedia en la que murió Lane Graves. Una de las principales críticas a la empresa fue que, si bien es cierto había letreros que prohibían nadar, nunca se les advirtió de la posibilidad de que hubiese cocodrilos.
«Continuamos evaluando procedimientos y procesos para todas nuestras propiedades, y como parte de ello, también estamos reforzando el entrenamiento de nuestro staff», añade Wahler.
De acuerdo a la autopsia realizada por las autoridades, el menor murió por ahogamiento y severos golpes.
Esta fue una de las tragedias que durante esta semana golpeó a la ciudad de Orlando, en Florida, donde en días anteriores se suscitaron dos balaceras: en la primera resultó asesinada la cantante Christina Grimmie, del reality show «The Voice». ¿La segunda? La masacre en el bar «Pulse», en donde murieron 49 personas, 53 fueron heridas y el tirador fue abatido por la policía.
Ante este escenario, se cree que el turismo diminuya considerablemente, aunque aún no se tienen datos exactos hasta el momento, de acuerdo al periódico estadounidense «Miami Herald«.
