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Era el 26 de abril del año 2016 cuando una fotografía de Corey Maison, una joven de ahora 15 años de edad, corrió como pólvora en internet.
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Mejillas y labios rosados, cabello cuidadosamente estilizado y una mirada tan ingenua igual a la de cualquier jovencita que espera con ansias crecer y vivir una vida feliz. La mayoría que vio la instantánea de la fotógrafa Meg Bitton quedó anonadado por la belleza de la pequeña.
Sin embargo ese rostro encantador fue el resultado de un doloroso proceso de auto-conocimiento y auto-aceptación.
Corey es una jovencita transgénero , o como ella misma lo describe en un conmovedor video que también se hizo viral en las redes sociales, es “una niña que nació en el cuerpo de un niño.”
Durante 14 años lucho por convertirse en la mujer que desde muy pequeña sabía que era. Y sí, lo tenía todo, el apoyo de su familia, la amistad de algunos compañeros de la escuela y la ayuda de un terapeuta que le ayudó durante su transición.
Pero no todo era de color de rosa, como cualquier persona transgénero, Corey padeció el bullying y las críticas de desconocidos en la calle y compañeros de escuela. Pensamientos de suicidio inundaron su cabeza. Su familia también fue el blanco de duras críticas de personas que no entienden lo que es ser transgénero.
Y peor aún, la imagen de Corey llegó en un momento crucial en la política de Estados Unidos, sobre todo en el estado de Carolina del Norte, donde ella vive y donde una nueva ley le prohibía usar el sanitario para mujeres de la escuela.
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En cuestión de segundos, la publicación se llenó de distintos comentarios. Mientras que la mayoría felicitaba a la fotógrafa y a la niña por tan bella imagen y por su fortaleza, otros la tacharon de inmoral, aberración y hasta pedófila.
Corey continuó con su meta, inspirando a su familia y a miles de personas transgénero a “salir del clóset”. El amor de sus seres queridos la ayudó a superar el odio de muchos y tener siempre la menta clara y vivir feliz. Así lo demuestran en un video donde su madre le da el mejor regalo de cumpleaños al llegar a los 14 años de edad; su primer inyección de hormonas para comenzar su procesos de pubertad como una mujer.
Ahora a los 15 años de edad, Corey puede entrar al baño que ella elija y participa en la campaña “The Bully Project”, un proyecto que busca erradicar el bullying de cualquier tipo.