El Gobierno de Ecuador reaccionó ayer, 1 de junio del 2016, con satisfacción ante el texto conciliador aprobado por la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre Venezuela, alternativo al proceso de aplicación de la Carta Democrática activado el pasado martes por el secretario general de ese organismo, Luis Almagro.
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«Acogemos con satisfacción la decisión del Consejo Permanente de la OEA, acordada por consenso de los 34 países, a favor del diálogo, sin sanciones ni amenazas de ningún tipo y que reconoce la plena soberanía de Venezuela,» dijo en un comunicado el canciller ecuatoriano, Guillaume Long.
La declaración «es un ejemplo del poder del diálogo sobre la confrontación», según Long, quien indicó que el Ejecutivo ecuatoriano seguirá apoyando el proceso de conversaciones auspiciado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
En ese proceso participan los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España; Leonel Fernández, de República Dominicana y Martín Torrijos, de Panamá, junto al expresidente colombiano Ernesto Samper, secretario general de la Unasur, recordó Long.
La declaración aprobada por la OEA fue negociada en una sesión de diez horas que concluyó con el gesto insólito de negar la palabra al jefe de gabinete del secretario general, Luis Almagro.
A última hora de la tarde Venezuela se sumó, con algunas modificaciones de poco calado y tras un receso de más de tres horas, al texto que durante una semana habían negociado más de 20 estados bajo el liderazgo de Argentina.
El secretario general no asistió a la reunión para dejar claro que esta iniciativa es diferente de la suya y en su lugar acudió su jefe de gabinete, Gonzalo Koncke, a quien el presidente del Consejo Permanente, el embajador argentino Juan José Arcuri, negó la palabra al término de la reunión.