La situación financiera de las personas depende, en gran medida, de sus costumbres a la hora de gastar su dinero.
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Es por eso que es muy importante adquirir buenos hábitos financieros desde la niñez para ser una persona responsable en las decisiones financieras.
A propósito de que junio es el mes del niño Lorena Salgado, responsable de educación financiera de Produbanco junto a todo el departamento, preparó algunas recomendaciones básicas para ‘cultivar el ahorro en los niños’:
● El primer paso según Salgado es introducir a los niños en temas financieros desde que empiezan a pedir cosas. “Usted debe aprovechar para enseñarle que hay prioridades, de manera que comprenda que hay cosas necesarias que son vitales para el día a día y otras sin las cuales podemos vivir tranquilamente, pero que a veces podemos adquirirlas para darnos un gusto”, explicó.
Además es importante explicarles conceptos básicos como: Planificación del futuro, significado y utilidad del dinero, las prioridades, diferencia entre el gasto y la inversión, etc.
● La niñez también es la época perfecta para cultivar hábitos de ahorro: Cuando su hijo anhele algo, aproveche la oportunidad para explicarle que puede comprarlo con su propio dinero. Esto si guarda cierta cantidad de su mesada por un determinado tiempo.
● Otra manera de incentivar el ahorro es iniciar enseñándole que todo lo que se anhela se consigue con esfuerzo, que es allí en dónde radica la importancia del trabajo y de la sensatez en el manejo prudente del dinero.
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● Puede optar por asignar a sus hijos una cantidad semanal o mensual, pagarles por tareas realizadas o por recibir buenas notas. Con el objetivo de que la paga debería enseñarles la importancia de gestionar bien el dinero.
● Es importante también que conozcan la realidad económica de la familia, esto les ayudará a comprender ciertas decisiones de los padres y a no malgastar el dinero; de paso esto les servirá para entender la dinámica de la economía en la sociedad.
● Cuando salga con ellos de compras demuestre con el ejemplo que no hay que comprar de forma compulsiva. Sino estableciendo prioridades entre lo esencial y lo evitable o también comparando precios y siendo eficiente en el gasto.