Un grupo de investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) descubrió dos nuevas especies de bagre en la cuenca del San Francisco, uno de los ríos más importantes de Brasil que atraviesa cinco estados y abastece de agua el árido noreste.
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Las dos nuevas especies de pez fueron descubiertas en afluentes del San Francisco en Minas Gerais, el estado del sureste en que nace el río de 2.830 kilómetros que corre paralelo a gran parte del litoral brasileño, informó la Fundación Grupo Boticario de Protección a la Naturaleza, que financió el proyecto.
Las dos especies descritas son del género Bunocephalus y se caracterizan por ser de pequeño tamaño, con cabeza grande y cuerpo delgado.
El bagre B. hartii, encontrado en el río Cipó, tiene entre 5 y 6 centímetros de largo y posee un color beige claro y en su dorso tiene puntos marrones claro y manchas marrones oscuro.
El B. minerim, descubierto en el riachuelo Guarda-Mor, tiene 4 centímetros y color beige con manchas marrones.
La descripción de las nuevas especies fue publicada en la última edición de la revista científica Neotropical Ichthyology.
De acuerdo con la Fundación Grupo Boticario, la importancia del descubrimiento es que los bagres son importantes indicadores de la conservación del ambiente que les sirve de hábitat y de la calidad de las aguas.
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Ello indica que, al menos en sus fuentes, las aguas del río que abastece a cerca de 16 millones de personas en 521 municipios de Brasil aún están preservadas.
«Hallar nuevas especies de bagre es una buena señal debido a que indica que esas regiones aún están equilibradas. Mantener esas áreas que están más conservadas es esencial para garantizar el bienestar de la comunidad que vive en el entorno de la cuenca hidrográfica del San Francisco», según el comunicado de la Fundación.
El biólogo Carlos Mascarenhas Albes, investigador de la UFMG y uno de los responsables por el proyecto, explicó que las dos nuevas especies son endémicas de la cuenca del San Francisco y habitan en el fondo de los ríos.
«También percibimos que su presencia indica que ese microhábitat (en el fondo de los ríos) está equilibrado», aseguró.