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Pedernales ameneció desolado tras un mes del terremoto. La localidad donde fue el epicentro del sismo de 7.8 grados en la escala de richter busca superar la tragedia que vivió hace treinta días.
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El ruído de Los mototaxis, las mandarrias (martillos grandes) y los tractores es lo que más se escucha en las calles de la ciudad. La población aún no supera el trauma de lo vivido, pero busca fuerza en su interior para recuperar su vida.
Pedernales es similar a un pueblo atacado por bombas y armas de guerra. Los escombros, edificaciones caídas y paredes agrietadas son el común denominador.
Sin embargo, la ciudad se mantiene y se cree segura en la actualidad. De dos a tres policias nacionales se ven cada dos o tres cuadras.
«La ciudad fue dividida en 14 sectores, donde hay tres carpas por cada sector y cada carpa cuenta con tres policías con la finalidad que la gente se sienta segura y tenga de cerca a la policía», expresó el mayor Freddy Albuja, quien está al mando de la logistica de la seguridad por los próximos 15 días.
Los comerciantes poco a poco han retomado sus negocios porque deben producir para poder tener con que vivir. Locales de desayunos, farmacias, micromercados, ventas de carne, pescado, pollo y verduras son los principales comercios han vuelto a la normalidad.
«Es una situación difícil, pero hay que meterle ñeque como decimos aquí», expresó Líder Vera, dueño de una farmacia y de una edificación abatida por el terremoto con todas las ventanas rotas y grietas por todas las paredes. Vera reclama que el censo de las viviendas afectadas ha sido lento.
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Él aún espera si puede reconstruir su propiedad o debe derribarla. «No puedo seguir esperando, Tengo que producir», agregó el farmaceutico que ha recuperado sus ventas gracias a la visita de turistas que desean vivir de cerca lo que dejó el terremoto.
El regreso del presidente Rafael Correa el próximo fin de semana (21 y 22 de mayo) para transmitir su enlace ciudadano genera esperanza en algunos de los sobrevivientes del terremoto.
«Aquí hay mucho por hacer, ojalá el presidente nos escuche porque a un mes de la tragedia aquí se ha avanzado poco», confesó Luisa Quiñones, comerciante que perdió su local y vender vegetales en las ruinas de su propiedad.
«Yo quiero recuperar mi terreno y mi casa, pero aún no sé si podré hacerlo», agregó Quiñones. Otro sector que encendido sus motores nuevamente es la pesca.
«El ministro del Interior ya dio la orden de reconstruir el mercado y nosotros debemos seguir pescando», puntualizó Carlos Mendoza, un joven de 17 años
Mientras pelaba y pesaba camarones al lado de la enorme bandera de Ecuador que izaron el pasado lunes, 16 de mayo, en la noche en el malecón tras un mes del terremoto.
«Aquí lo que hay es que seguir pa`lante», agregó Mendoza con mucho ánimo como el que refleja la mayoría de los habitantes de Pedernales para superar lo que dejó el terremoto.
