0 of 4
Francisco Garcés Cruzatty, de 67 años, recuerda como él y sus familiares, unas 20 personas más, vivieron el terremoto del pasado 16 de abril en la casa en la que aún habitan, una vivienda de construcción mixta ubicada en las calles Capitán Nájera, entre Huancavilca y Pedro Moncayo, centro de Guayaquil.
PUBLICIDAD
“Esta casa parecía gelatina, todo se movía, yo pensé que íbamos a morir. Decidimos con la familia ubicarnos en el patio para esperar que el temblor pase… Hoy hemos decido con mucha pena y con el dolor de nuestra alma abandonarla”, relataba Garcés desde el patio interior de la vivienda, a donde diario Metro acudió para conversar con los afectados.
Este inmueble tiene orden de ser evacuado por parte del Municipio de Guayaquil, aunque, según Francisco, le ha tomado por sorpresa la disposición y no es porque no quiera dejar la casa, pues los daños en la estructura son visibles, sino porque no se ha acercado ninguna autoridad a notificarlo.
“Hasta ahora no hemos recibido ninguna orden de que debemos evacuar, pero hemos decido irnos porque la casa está punto de caer”, reitera Garcés.
VER: Estas son las zonas seguras en Guayaquil
De su lado, Julio Salá, sobrino de Francisco, comenta que otra de las inquietudes que tienen es el dinero para pagar la demolición del bien inmueble. “Ya cotizamos cuánto nos costaría y nos dijeron que unos 7 000 dólares, no sabemos cómo haremos para obtener el dinero o si las autoridades nos van a ayudar”, explica.
Junto a Cruzatty y Salá aunque desde otro lugar de la casa, terminando de recoger las cosas de su departamento estaba Solia Cruzatty, de 67 años, recogiendo sus cosas confesaba que han sido días duros desde el terremoto. “No solo en las en Manabí están sufriendo, aquí también hemos sido fuertemente golpeados”, decía.
PUBLICIDAD
A ella uno de sus hijos la ha trasladado hasta la ciudadela Sauces 6 para que esté más segura, pero, dice, no se acostumbra ni puede dormir. “Es que es en esta casa he pasado la toda mi vida, aquí nací, me crié con mis hermanos y vi morir a mis padres… me duele tener que abandonarla y saber que la van a derrumbar”, comentaba.
Su hermano Francisco acompañaba sus palabras con resignación, diciendole:“no podemos hacer nada, tenemos que irnos pronto”.
Al igual que la familia Garcés-Cruzatty algunas más se preparan para abandonar las viviendas, y es que las secuelas que ha dejado el fuerte temblor que se sintió en la urbe porteña se pueden palpar en algunos de los edificios.
El informe de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN), emitido por la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG), cifra en 243 los edificios y viendas que han sufrido daños parciales luego del terremoto y un total de 20 viviendas resultaron destruídas a causa del movimiento telúrico.
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, anunció el domingo en la tarde que 108 edificios de un total de 133 “no presentan daños estructurales” y pueden ser habitados por la ciudadanía. Además, 25 edificios de Guayaquil serán cerrados para ser sometidos a una evaluación para verificar si existen daños que comprometan sus estructuras o bases.
Evaluaciones de estructuras en Guayaquil:
5 pasos vehiculares a desnivel,
1 viaducto
4 pasos peatonales.
Daño estructural del puente de la avenida De Las Américas
1 persona fallecida