En las calles García Moreno y Ayacucho, centro de Guayaquil, una casa colapsó como consecuencia del terremoto de 7,8 grados que se registró en la Costa ecuatoriana el sábado 16 de abril.
Dentro de la vivienda se encontraban 3 menores de edad, quienes sorpresivamente a la hora del terremoto decidieron esconderse en un armario. «Los niños salieron después de que el edificio se derrumbó y fue un miladro de Dios que estaban vivos», testificó uno de los moradores del sector.
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