Al menos seis personas han sido detenidas por la explosión de material pirotécnico en un templo en el sur de la India que causó, según el último recuento, 106 muertos y más de 300 heridos, informó hoy a Efe una fuente policial.
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«El domingo detuvimos a seis personas y un séptimo acusado está hospitalizado», por lo que aún no ha podido ser arrestado, afirmó el agente Sunil Kumar, un portavoz de la Policía del estado de Kerala, donde en la madrugada de ayer ocurrió la tragedia.
Según el portavoz, las detenciones se produjeron por «violación de la ley», debido a que los arrestados carecían de permisos para manipular el material pirotécnico que provocó una fuerte explosión y un incendio en el templo Puttingal, en el distrito de Kollah.
De acuerdo con Kumar, la última cifra oficial de víctimas, que se hallaban en el templo y en sus inmediaciones asistiendo a un espectáculo de fuegos artificiales, es de 106 fallecidos y más de 300 hospitalizados, algunos de ellos en estado grave.
El primer ministro indio, Narendra Modi, que visitó ayer el lugar y calificó la catástrofe de «inconcebible», anunció compensaciones por 200.000 rupias (unos 3.000 dólares) para los familiares de los fallecidos y 50.000 rupias (750 dólares) para los heridos.
Por su parte, el jefe de Gobierno de Kerala, Oommen Chandy, señaló que su administración entregaría 1 millón de rupias (unos 15.000 dólares) a las familias de los muertos y 200.000 rupias a los heridos.
El suceso de ayer, la peor catástrofe de este tipo en más de una década en la India, pudo tener incluso mayores dimensiones dado que en el momento en que ocurrió una cantidad indeterminada de entre 10.000 y 15.000 personas asistía a la celebración.
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Kerala tiene en vigor una prohibición de utilización de material pirotécnico por distritos pero las autoridades expiden permisos puntuales para su uso en celebraciones específicas.
Fuente: EFE