El Gobierno prepara una reforma que le permita subir impuestos a cigarrillos, bebidas alcohólicas y azucaradas, como medida para cubrir una brecha fiscal generada por la caída del precio del petróleo, el principal producto de exportación de Ecuador.
PUBLICIDAD
Así lo señaló el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en su habitual informe de los sábados en el que ratificó que «sigue bajando el precio del petróleo» y por ello el Ejecutivo debe aplicar «ciertos ajustes».
El mandatario, en estos días, había mencionado que debido a ese choque externo, el presupuesto fiscal había adquirido un «hueco» financiero de unos 800 millones de dólares, ya que la cuenta presupuestaria se calculó con un valor promedio anual del crudo nacional, en los mercados internacionales, de 35 dólares por barril, pero que ha bajado de la barrera de los 30 dólares.
«La situación fiscal se ha complicado», aunque el precio del petróleo, en los últimos días, «se ha recuperado» y «ojalá siga» con esa tendencia, añadió el gobernante.
Correa insistió en la necesidad de la reforma impositiva, pero remarcó que su Gobierno no recurrirá a recetas del pasado como ajustes en el gas de uso doméstico, la telefonía o la electricidad, que tienen gran impacto en la economía de la población.
«Vamos a subir (los impuestos) a cigarrillos, bebidas alcohólicas y bebidas azucaradas (…), porque además perjudican grandemente a la salud» y, por ello, «estamos preparando esa reforma», agregó Correa, aunque no dio más detalles.