El compromiso del Sistema Coca-Cola para contribuir al desarrollo del país se traduce en la generación de más de 65 mil empleos directos e indirectos y oportunidades de desarrollo, convirtiéndose así en un socio del país. Productores, proveedores, distribuidores, entre otros, son parte de un sistema integrado que se asocia al desarrollo del Ecuador.
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La marca es consciente de la responsabilidad como sector empresarial y por eso, renovó el compromiso con el país, trabajando con pasión desde hace más de 90 años para crear valor compartido.
Todas las acciones se alinean con el objetivo de acompañar el desarrollo de los ecuatorianos. Esta conexión no sería posible sin la textura y el conocimiento de las personas que trabajan en forma local para el Sistema Coca-Cola.
El éxito no se explica sin sus empleados y la forma de construir un sistema valioso que genere capital social y perdure en el tiempo, junto a las personas y alentando una cultura organizacional moderna que asume riesgos.
La magnitud del Sistema Coca-Cola con los empleados, embotelladores y clientes en todos los rincones del país, se convierte en una enorme capacidad de ser agente de cambio por el gran efecto multiplicador que tiene. Un ejemplo contundente es el apoyo que el Sistema Coca-Cola brinda a los más de 160 mil pequeños y medianos tenderos. El vínculo con estos emprendedores permite colaborar con la creación de un tejido vital para lograr una economía local pujante y sustentable.
La capacidad de crecimiento del Sistema Coca-Cola depende directamente de hacer negocios de la forma correcta e implicando a todos los actores de la cadena de valor. Cada decisión que se toma busca crear mayor valor no solo para el Sistema Coca-Cola sino también, para las personas que lo conforman. Cuanto más importantes son los desafíos, más grandes son las oportunidades de generar un impacto positivo para las personas, las comunidades y el planeta.