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The Great: La evolución de una reina a través del vestuario

La serie protagonizada por Elle Fanning muestra el siglo XVIII de una forma satírica y muy contemporánea. Esto es lo que refleja en sus magníficas piezas.

Hulu

Se suele recordar el siglo XVIII y la época del rococó, con sus increíbles vestidos y exuberantes pelucas, así como con todo su artificio,  más que todo por sus íconos de moda franceses: el rey Luis XV, Madame de Pompadour y la malograda reina María Antonieta, quien ha sido inspiración de estilo durante cientos de años. The Great: La evolución de una reina a través del vestuario

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Pero en esa época, al este, en Rusia, gobernaron solo mujeres. Una de ellas fue la monarca más importante de su historia, Catalina la Grande, emperatriz absolutista que gobernó hasta casi el final del siglo y que llegó al trono luego del asesinato de su marido, Pedro III. Este periodo  es el  que recrea con mucha agudeza  y sobre todo, a través de piezas de moda audaces, The Great, serie protagonizada por Elle Fanning y Nicholas Hoult, que narra el periodo en el que esta llega siendo una joven e ingenua princesa europea para convertirse en lo que finalmente fue. 

The Great: La evolución de una reina a través del vestuario

El show, producido por Hulu y retransmitido por STARZPLAY  para Latinoamérica desde el 17 de junio  (así como por el streaming del canal STARZ), no es un biopic pesado ni grandilocuente: de hecho, siguiendo su tono picaresco y corrosivo, cuenta esta parte de la historia, al menos en sus vestidos, de una manera contemporánea con colores brillantes, piezas de moda de construcciones únicas y perfectamente atemporales y un siglo XVIII en toda su deleitosa extravagancia.

Metro habló con Emma Fryer, diseñadora de vestuario de la serie (y quien ha trabajado en otras producciones con vestuario notable como Shakespeare Enamorado y Star Wars, la Amenaza Fantasma) sobre cómo fue recrear este universo en términos de moda actual.

¿Cómo integrar tu visión a un periodo tan particular? 

Comencé a mirar el periodo en sí, a buscar muchas referencias del mismo, mirando pinturas de la época, las siluetas y materiales pertenecientes a este, y luego pasé a mirar referencias contemporáneas y de alguna manera, unirlas. Así, al comienzo, fuimos a un montón de mercados vintage en Londres donde compramos muchos adornos y bordados y comenzamos un viaje de diseño intenso. Al mismo tiempo, había una exhibición de Dior en ese momento, y fue una gran inspiración, ya que tenía piezas maravillosas. Ese fue el comienzo de todo.

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¿Cómo evoluciona Catalina de ser una princesa a una emperatriz a través del vestido? 

Quizás esto se ve más en el color. Lo que hice fue  mostrarlo a través de la paleta de tonos en sus vestidos. Al comienzo la vemos más joven y juguetona, quizás romántica. Su paleta de color se diferencia del resto del palacio, que es muy oscura y pálida. También hice el contraste con Leo (interpretado por Sebastián de Souza) que si bien pertenece a la aristocracia, no hace parte del palacio y por eso usa más amarillos y verdes pero no como los otros personajes.

Y ahí, hay una escena clave donde él le hace un regalo a Catalina y esta comienza a usar otros colores: son más oscuros. Por otro lado, cuando ella conoce a los reyes de Suecia, quise introducir más del mundo ruso en su vestimenta, sobre todo en el abrigo que usa. Antes vemos que usa una paleta muy europea del siglo XVIII. De esta manera,  quería darle un giro en ese punto a medida que se vuelve más fuerte: a través de la texturización del color.

Los hombres de esa época obedecían a la extravagancia. ¿Cómo fue, en ese sentido, vestir a Pedro III? 

Fue muy divertido hacerlo, en la medida que reflejaba mucho de su personalidad. Pedro (interpretado por Nicholas Hoult) es inseguro, caótico y decadente y hay mucha anarquía en él, y es rebelde de una manera muy loca, así que por eso elegimos para él cierta variedad de animal print en muchas de sus levitas.

Entonces, todo  se veía fabuloso en él al mezclar diversos materiales, como cuero, con mezcla de metales, con códigos de animal print. De esta manera,  lo fabuloso de su traje fue unir texturas contrastantes en él y funcionaron.  Tenían sentido. Y eso es muy punk rock, al estilo de los años 70 , lo que reflejaba muy bien la esencia del personaje.

“La fuerza de Catalina se ve en su cambio de paleta de colores, en cambio Pedro es una personalidad anárquica y usamos muchas referencias punk rock de los años 70 para él»

La esencia de la serie también es muy satírica, como se ve en, por ejemplo, La Favorita y en varios testimonios y panfletos de esa época. ¿Cómo reflejaste eso en el vestuario? 

Pienso más que en términos de texturas, materiales y telas, realmente. Recreados, a su vez, de una manera muy contemporánea. Vi La Favorita, pero no la quería realmente como una referencia para mi trabajo, porque en términos de la esencia del show, su tono está basado en hechos históricos pero  de forma ocasional, y,  en términos del vestido, sí tuve como referencia pinturas de la época y otros elementos claves  para algunos de los looks y episodios, pero les dí una vuelta para aproximarme a ellos y es también la esencia del guión.

¿Cuáles crees que son las piezas más icónicas de la serie? 

Es una pregunta difícil. Quizás la pieza que Catalina viste al final, porque refleja la fuerza que tiene.  Ahora, siento que hay varias piezas de Pedro y Catalina ahí, aunque en la serie siempre hay un momento pivotal que refleja los cambios de los personajes. Por ejemplo, en el Banquete Rojo, todos visten de ese color en tonos distintos. Amo también el momento cuando conocen a los reyes de Suecia, porque muestran la esencia de Rusia. Creo que es difícil escoger para mí una pieza en particular.

“Tuve la fortuna de unir y estar entre dos universos: el del traje tradicional ruso y el de los exquisitos vestidos de seda del siglo XVIII”

¿Cuánto tiempo duraste creando todas estas piezas ?

Tuve doce semanas al comienzo. También tenía tres cortadoras y una de ellas trabaja conmigo y comenzamos a hacer todo un mes antes de la filmación. Tuvimos que hacerlo muy rápido, porque había mucho que juntar y crear al comienzo, y ahí tuvimos que filmar cuatro semanas el primer bloque, que eran dos episodios y luego ceñirnos al script, para seguir terminando piezas para el otro bloque. Estuvimos muy ocupados, siempre creando atuendos.

¿Cuáles fueron tus otras referencias contemporáneas para crear el vestuario? 

Usé muchas. La de la exposición de Dior, Dries van Noten, que lo amo, Alexander McQueen. Muchas referencias de moda maravillosas que miré al comienzo. Vivienne Westwood, también . Y lo hice sobre todo mirando textiles, materiales, decoración. Cuando fui a las tiendas de departamentos, fui a ver lo que había en moda, en cuanto a tendencias de adornos y bordados para ver detalles en lo textil. Eso quería meterlo dentro de las piezas.

¿Cuál es el elemento más fascinante, para tí, de la moda del siglo XVIII?

Los vestidos son increíbles, lo que hay bajo las mantúas y las une ( última capa -y más vistosa- de cualquier vestido femenino en esa época) es fascinante. Ellas conforman un universo propio y todo lo que hay abajo  de eso también es interesante, ya que  crea la silueta de la época. Por eso pienso que los vestidos de las mujeres son mágicos, porque vas creando capas para adquirir una forma  final.  Por otro lado, creo que ambos trajes, el femenino y masculino, son muy interesantes.  Por ejemplo, las levitas de los hombres y cómo se ajustan, eso es fantástico. El ajuste es bellísimo y favorecedor. Ahora, varias piezas son exquisitas y es un periodo fantástico en ese sentido.

¿Cuál fue el personaje más divertido de vestir? 

Esa pregunta también es difícil. Pienso que todos. Pienso que Catalina y Pedro fueron muy divertidos en ese aspecto, obviamente,  pero los personajes claves, todos son individuos con sus propias personalidades y roles en la serie, por lo tanto, su propio estilo. Así, hallé texturas distintas para cada uno. La tía Isabel (una de las grandes zarinas de Rusia) , era fuerte y ecléctica y tuve que hacer crossdressing con ella (solía vestirse de hombre) y eso fue muy brillante, ya que tuve que hacer un intermedio entre el traje masculino y femenino.

Pero también tuve que  hacerlo muy real, así que las elecciones de texturas para ella fueron muy diferentes al resto del elenco y tuvimos que usar muchos adornos y elementos para lograr este efecto. Eso fue increíble para mí, porque hubo muchas cosas distintas que hacer para este trabajo y siempre tienes las claves de los personajes, pero repentinamente tienes que saltar a lo ruso, y de ahí a la aristocracia, y son mundos distintos en cuanto a texturas y materiales, porque este traje tradicional ruso es muy distinto a los trajes de seda del siglo XVIII, pero tuve mucha suerte de estar entre esos dos universos  para esta serie.

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