Tomar altas dosis de suplementos de vitamina D no ayuda a prevenir o tratar la COVID-19, según un estudio internacional publicado hoy en el BMJ, Nutrition, Prevention and Health.
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El estudio, realizado por científicos del Reino Unido, Europa y Estados Unidos, advierte contra las altas dosis de suplementos de vitamina D y subraya que no hay suficientes pruebas científicas que demuestren que esta vitamina puede ser beneficiosa para prevenir o tratar el coronavirus.
La vitamina D es una hormona que se produce en la piel durante la exposición a la luz solar y ayuda a regular la cantidad de calcio y fosfato en el cuerpo necesarios para mantener los huesos, dientes y músculos sanos.
«Un nivel adecuado de vitamina D en el cuerpo es crucial para nuestra salud en general, muy poco puede llevar al raquitismo o al desarrollo de la osteoporosis, pero demasiado puede conducir a un aumento de los niveles de calcio en la sangre, lo que podría ser particularmente dañino», advierte la profesora Sue Lanham-New, jefa del Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Surrey y autora principal del estudio.
Tras los informes no verificados de que altas dosis de vitamina D (más de 4000IU/d) podrían reducir el riesgo de contraer la COVID-19 y utilizarse para tratar con éxito el virus, los investigadores estudiaron la base científica de estas afirmaciones.
Sin embargo, tras revisar la literatura científica en este campo, los expertos llegaron a la conclusión de que no hay ninguna base científica que respalde la creencia de que tomar elevados suplementos de vitamina D sea beneficioso contra el virus.
Vitamina D y las infecciones de las vías respiratorias
En cuanto a las afirmaciones que vinculan los niveles de vitamina D y las infecciones de las vías respiratorias, constataron que estudios previos asociaban un bajo nivel de vitamina D con infecciones agudas respiratorias.
Sin embargo, las conclusiones de la mayoría de esos estudios se basaban en datos reunidos en grupos de población de países en vías desarrollo, por lo que no pueden extrapolarse a las poblaciones de los países más desarrollados.
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Los científicos creen que actualmente no existe un vínculo firme entre la ingesta de vitamina D y la resistencia a las infecciones de las vías respiratorias.
Además, recuerdan que para las personas que salgan poco al exterior o en circunstancias excepcionales como el confinamiento que impiden la exposición solar (de donde el organismo obtiene la vitamina D) está recomendado tomar suplementos de esta vitamina pero siempre bajo las recomendaciones sanitarias de la guía de Salud Pública de Inglaterra.
Dicha guía aconseja tomar un suplemento de vitamina D de diez microgramos diarios en los meses de invierno, de octubre a marzo, y durante todo el año si la exposición al exterior es limitada.
Además, los niveles de la vitamina en el cuerpo también pueden complementarse mediante alimentos como pescado azul, carne roja, yema de huevo y cereales, concluye la directora General de la Fundación Británica de Nutrición y coautora del estudio, Judy Buttriss.
Con información de EFE