Mantener una alimentación variada y un horario habitual de comidas son las principales recomendaciones para mantener fortalecido el sistema inmune del organismo, es decir, las defensas.
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Para ello, recomiendan seguir una dieta con suplementos y vitamina A (zanahoria o espinacas), vitamina D (huevo y pescados grasos como anchoas o arenques), vitamina E (aceite de oliva y frutos secos), vitamina C (naranjas y fresas), vitaminas del complejo B, particularmente B2, B3 y B6 (frutos secos y pescados grasos), minerales como zinc y selenio (carnes rojas, de ave, huevo y frutos secos).
Específicamente en el caso de la Vitamina C varios estudios médicos afirman que, entre otros efectos beneficiosos, previene la acumulación de neutrófilos en los pulmones, donde dañan los alveolos.
Prepare a sus pulmones
Los expertos recomiendan fortalecer y reparar los pulmones con alimentos nutritivos/y o vitaminas de la farmacia como otro refuerzo.
Y es que los niveles de vitamina D en sangre inferiores a lo normal se han relacionado con un mayor riesgo de infecciones, así como con afecciones como fibrosis quística, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedad pulmonar intersticial, según livestrong.com.
En cuanto al consumo de vitamina E, los expertos sugieran que las personas que experimentan un brote de síntomas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tienden a tener niveles más bajos de vitamina E que las personas que no la tienen. Las personas que toman suplementos de vitamina E regularmente durante años, ya sean fumadores o no fumadores, pueden reducir su riesgo.